Cada vez son más los médicos en España que se quejan de las precarias condiciones laborales, con muchos optando por trabajar en otros países debido a la saturación en sus puestos de trabajo y a un creciente problema de falta de respeto por parte de los pacientes hacia la profesión. Según reporta Europa Press, el sindicato Acaip-UGT ha elevado la voz para denunciar un déficit del 67% en la plantilla de médicos en las prisiones dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, donde además, aseguran, el 30% de los reclusos sufre algún tipo de patología mental y un número significativo de internos padece enfermedades crónicas como VIH, diabetes o hepatitis.
En un comunicado reciente, Acaip-UGT citó datos del portal de transparencia, revelando que casi 50,000 presos son atendidos por solo 169 médicos, mientras que la plantilla ideal debería ser de 517 profesionales. Este déficit, que supera el 67%, deja una ratio de 3,46 médicos por cada mil internos, una cifra que contrasta con los 6,66 médicos por cada mil internos que se registraban en las prisiones españolas en 2014.
El sindicato advierte que la falta de médicos no solo agrava las condiciones de salud dentro de las prisiones, sino que también genera problemas en la gestión interna de los centros, ya que la ausencia de atención médica adecuada provoca incidentes regimentales y dificulta el cumplimiento de sanciones, al no poder evaluarse correctamente la situación clínica de los reclusos.
Ante esta situación, Acaip-UGT ha solicitado al Ministerio del Interior, del cual depende la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, y a las comunidades autónomas, que asuman las competencias sanitarias en las prisiones tal y como lo establece la Ley de Cohesión Sanitaria de 2003. El sindicato subraya que la población reclusa tiene necesidades distintas a las de la población general, las cuales deben ser atendidas conforme a la realidad diaria de los centros penitenciarios.