Niquero, Granma — En un trágico suceso que refleja la creciente ola de violencia en Cuba, Yulien Martínez Reytor, un joven de 26 años y padre de dos niños, fue brutalmente asesinado el pasado sábado 30 de marzo en la localidad de Niquero, Provincia Granma. Este lamentable incidente pone de relieve una tendencia alarmante en la isla, donde los asesinatos, antes considerados raros, se están convirtiendo en una realidad cotidiana desde hace dos años.
Coralia Reytor, madre de la víctima, se encuentra desconsolada y ha buscado hacer pública la tragedia de su hijo en busca de justicia. Según su relato, Martínez Reytor fue atacado mortalmente mientras disfrutaba de una fiesta callejera en «La Terreza», un conocido punto de encuentro local. El joven, empleado en el sector pesquero, se encontraba en un momento de alegría, bailando con una joven que estaba empezando a conocer. Sin embargo, la festividad dio un giro fatal cuando el exnovio de la chica, identificado únicamente como «Norgito», lo apuñaló en un acto impulsado por celos.
La víctima fue trasladada al Hospital Municipal Gelacio Calaña La Hera, pero tristemente ya estaba sin vida al momento de ser notificados los familiares. El presunto asesino se encuentra actualmente en prisión, aunque eso de poco consuela a una madre que ha perdido a su hijo en circunstancias tan brutales. Coralia Reytor, devastada, clama por justicia para su hijo, quien fue sepultado esta mañana en el cementerio local.
En un emotivo mensaje, Coralia Reytor exigió justicia durante el funeral de su hijo, y sus palabras resonaron con dolor y firmeza: “Quiero decir una cosa, para que todo el mundo me oiga. Yo soy la madre de Yulien Martinez Reytor y quiero Justicia, porque a mi hijo aquí en Niquero le dieron una puñalada de 47 puntos y no hicieron Justicia. Quiero Justicia, Justicia y Justicia”.
Este caso ha conmovido a la comunidad de Niquero y reavivado el debate sobre la seguridad y el incremento de la violencia en Cuba. La pérdida de Yulien Martínez Reytor no es solo un hecho aislado, sino un síntoma de un problema más profundo que requiere atención inmediata y soluciones efectivas. La sociedad cubana se enfrenta al desafío de revertir esta tendencia y asegurar que tragedias como esta no se conviertan en la norma.