La Habana – La mañana de este lunes comenzó con tensión en el municipio 10 de Octubre, específicamente en la esquina de Juan Delgado y Lacret, en el barrio de Santos Suárez, donde un grupo de ciudadanos arrojó piedras contra el cajero automático de la sucursal bancaria allí ubicada. El hecho refleja el creciente malestar popular ante la falta de efectivo y el deterioro de los servicios bancarios en la capital.
Testigos aseguran que los involucrados actuaron impulsados por la frustración acumulada tras varios intentos fallidos de retirar dinero en un sistema que no garantiza disponibilidad, incluso en zonas densamente pobladas como esta. No se reportaron detenciones en el momento, aunque vecinos del área informaron presencia policial posterior al incidente.
Este tipo de acciones no es aislado. En las últimas semanas se han registrado manifestaciones espontáneas de descontento en diversos puntos de La Habana, impulsadas por largas filas, fallos en los sistemas electrónicos y falta de dinero en los cajeros, situación que afecta especialmente a pensionados, trabajadores por cuenta propia y personas que dependen de transferencias familiares.
Mientras la demanda de efectivo sigue sin respuesta, no se han emitido comunicados oficiales por parte de las autoridades bancarias para explicar la situación o anunciar medidas correctivas. Esta ausencia de información contribuye al clima de incertidumbre y malestar social.
La escena en Santos Suárez es un reflejo del agotamiento cotidiano que muchos ciudadanos enfrentan ante un sistema bancario que no responde a sus necesidades más básicas. Para muchos, la espera en un cajero ya no solo es una rutina frustrante, sino un símbolo del desgaste económico y social que atraviesa el país.
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