En un episodio que pone de relieve las dificultades continuas en el sector del transporte en Cuba, un tren que cubría la ruta La Habana – Holguín fue objeto de un ataque con piedras alrededor de la 1:00 am, mientras transitaba por el kilómetro 277,5 de la Línea Central, cerca de un aserrío en la ciudad de Santa Clara. Este acto de vandalismo, que resultó en el daño de una de las ventanillas de un coche de pasajeros, es un llamado de atención sobre la urgente necesidad de mejorar la seguridad y las condiciones del transporte público en la isla.
Los ataques de este tipo no solo representan un riesgo directo para la seguridad de los pasajeros y trabajadores, sino que también socavan los esfuerzos de la Unión de Ferrocarriles de Cuba por mantener y mejorar la infraestructura ferroviaria del país. Los trabajadores ferroviarios y las autoridades se enfrentan al desafío de gestionar un sistema que, aunque vital para la movilidad de miles de cubanos diariamente, se ve frecuentemente comprometido por actos de vandalismo y la falta de recursos suficientes.
Este incidente es una manifestación de problemas más amplios en el sistema de transporte cubano, que sufre de infraestructura envejecida y falta de inversión crítica. La necesidad de modernizar los medios de transporte, asegurar su operatividad y protegerlos contra actos delictivos es más urgente que nunca.
Mientras la Unión de Ferrocarriles de Cuba y el gobierno trabajan para incrementar la disponibilidad técnica y el confort de los viajes en tren, los incidentes como el ocurrido en Santa Clara subrayan la importancia de implementar medidas de seguridad más estrictas y de invertir en el mantenimiento y mejora de la infraestructura ferroviaria. La población cubana merece un sistema de transporte que no solo sea eficiente y confortable, sino también seguro y resiliente ante los desafíos tanto operacionales como de seguridad.