Las autoridades de Alemania han anunciado este miércoles la prohibición de las actividades del Centro Islámico de Hamburgo (IZH), una organización que los servicios de Inteligencia nacionales consideran controlada por Irán, argumentando que es una «organización islamista extremista», según reporta Europa Press. Esta medida afecta además a cinco organizaciones afiliadas al IZH.
El Ministerio del Interior ha señalado que el IZH «busca objetivos anticonstitucionales» y ha agregado en un comunicado publicado en su página web que los activos de la organización han sido confiscados en el marco de redadas y registros en 53 propiedades en la capital, Berlín, Hamburgo y otros estados federados.
La decisión ha sido publicada a primera hora del día en el ‘Boletín Oficial Federal’, horas después de que las fuerzas de seguridad alemanas llevaran a cabo una serie de registros en la mezquita chií del Imán Alí, conocida como la Mezquita Azul, situada en dichas instalaciones, ubicadas en una zona de lujo a orillas del lago Alster.
Así, los servicios de Inteligencia de Alemania han indicado que el IZH ha sido clasificado como extremista por difundir «de forma agresiva» la ideología del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, y por «buscar el inicio de una revolución similar en Alemania». Además, han señalado que el centro «también promueve un antisemitismo agresivo entre sus seguidores» y «apoya a la organización terrorista Hezbolá, a la que se le ha prohibido toda actividad en Alemania».
El Ministerio del Interior ha recalcado que, si bien el IZH «lucha por presentarse como una organización tolerante y puramente religiosa, sin lazos o agenda política», sus actividades «no tienen una naturaleza simplemente religiosa», dado que «trabaja para cumplir la misión política de exportar la Revolución Islámica».
«El IZH busca establecer una sociedad fuera del sistema constitucional libre y democrático que, por ejemplo, no tendría elecciones libres, protección de las minorías ni separación de poderes, con un sistema de justicia basado en las leyes religiosas», ha destacado el Ministerio en su comunicado.
La ministra del Interior de Alemania, Nancy Faeser, ha defendido la decisión y ha insistido en que el organismo «promueve una ideología totalitaria e islamista extremista en Alemania», algo que «se opone a la dignidad humana, los derechos de las mujeres, un aparato judicial independiente y un gobierno democrático».
«Quiero dejar muy claro que no estamos actuando contra una religión. Estamos haciendo una clara distinción entre los islamistas extremistas contra los que estamos actuando y los muchos musulmanes que pertenecen a nuestro país y que viven acorde a su fe. Esta prohibición no se aplica en absoluto a la práctica pacífica del chiísmo», ha zanjado Faeser.
Horas después del anuncio, el Gobierno de Irán ha convocado al embajador alemán en Teherán para protestar por esta decisión de las autoridades de Alemania, según ha informado el Ministerio de Exteriores iraní a través de un comunicado publicado en su página web. Teherán ha condenado lo que describe como «una acción hostil contraria a los principios fundamentales de los Derechos Humanos», antes de afirmar que «se trata de un claro ejemplo de islamofobia».
«Algunas corrientes que apoyan a terroristas y que abogan por la violencia buscan azuzar las tensiones religiosas haciendo acusaciones infundadas, lo que es condenado por los musulmanes de Alemania y otros libreprensadores del mundo», ha subrayado el Ministerio iraní.
El IZH es una de las mezquitas más antiguas en Alemania, construida a finales de los años cincuenta del siglo XX por migrantes y empresarios iraníes. El centro ha acogido, en ocasiones durante varios años, a destacados clérigos iraníes, incluido Mohamad Jatami, un reformista que llegó a ser presidente de Irán entre 1997 y 2005 y quien presidió el organismo entre 1978 y 1980.