El reconocido cantante español Alejandro Sanz ha salido al paso de las acusaciones que en las últimas horas circularon en redes sociales, donde Ivet Playa, una joven de 26 años, lo acusa de haberla engañado, manipulado y utilizado emocionalmente durante una relación que, según ella, comenzó cuando tenía apenas 18 años y él 49.
A través de un comunicado difundido en sus historias de Instagram, el artista no solo confirmó públicamente que mantuvo una relación con la joven, sino que ofreció su versión de los hechos, sugiriendo que las denuncias públicas estarían motivadas por intereses económicos. “Ivet, yo tenía un recuerdo muy bonito de nosotros dos, personas adultas compartiendo su cariño, siendo libres. Qué pena que este sentimiento se haya roto ahora”, expresó Sanz en un mensaje directo y tajante.
Sanz también aseguró que la joven le habría propuesto invertir en negocios familiares en mayo pasado, oferta que rechazó tras consultarlo con sus asesores. “Te dije que no”, remarcó el intérprete de «Corazón partío», insinuando que el estallido mediático podría ser una forma de represalia. “Nunca he sido partícipe de este tipo de prácticas, y así seguiré toda mi vida”, concluyó el cantante, deseándole a Ivet que “encuentre pronto su camino y felicidad”.
La denuncia pública de Ivet Playa
Por su parte, Ivet Playa —quien se presenta en redes sociales como Digital Creative Manager— publicó un video en TikTok donde relató con detalle la evolución de su vínculo con Sanz, desde que era fan adolescente hasta convertirse en empleada suya y, según afirma, pareja íntima. Según su testimonio, el primer contacto ocurrió en 2015, cuando ella tenía 16 años y el cantante comenzó a seguirla en redes sociales.
“Nos conocimos en privado cuando yo tenía 18 años y él 49”, explicó Ivet, quien relató cómo su vínculo con Sanz fue creciendo hasta el punto de mudarse sola a Madrid para trabajar con él. En sus declaraciones, afirmó haber vivido una experiencia dolorosa y traumática, marcada por un aparente desequilibrio de poder. “Me siento utilizada, humillada, incluso sucia”, expresó, asegurando que compartió contenido íntimo que pudo haber sido expuesto sin su consentimiento.
La joven describió su experiencia como una “terrible pesadilla” y acusó al cantante de vivir “en una realidad paralela” en la que se cree por encima del bien y del mal. Aunque no especificó si emprenderá acciones legales, su testimonio ha tenido amplia repercusión en redes sociales, donde ha generado tanto apoyo como escepticismo.
Una polémica que deja muchas preguntas abiertas
La situación ha desatado una fuerte controversia en la opinión pública. Mientras algunos usuarios en redes han defendido a Ivet por atreverse a contar su versión, otros han salido en defensa del artista, acusándola de oportunismo. El entorno legal del cantante no ha emitido declaraciones adicionales hasta el momento, y no se ha informado si existe alguna denuncia formal o proceso judicial en curso.
El caso plantea interrogantes complejos sobre la dinámica de poder entre figuras públicas y admiradores jóvenes, así como los límites entre la vida privada y la exposición mediática. Mientras tanto, tanto Sanz como Ivet han hecho de sus redes el escenario principal de esta disputa.
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