El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha alcanzado un resultado histórico al convertirse en la formación más votada en las elecciones celebradas este domingo en el estado alemán de Turingia. Según reporta Europa Press, AfD ha obtenido el 33,4% de los votos, lo que representa la primera victoria de la ultraderecha en un parlamento alemán desde la Segunda Guerra Mundial.
En contraste, en el estado de Sajonia, la Unión Cristiano Demócrata (CDU) logró mantenerse como la primera fuerza política, aunque por un margen muy estrecho. La CDU obtuvo un 31,5% de los votos, apenas un punto por encima de AfD, que alcanzó el 31,4%, según proyecciones aún provisionales.
El avance de AfD ha sido significativo en ambos estados, mientras que la CDU experimentó un descenso en comparación con los resultados de 2019. En Turingia, la CDU alcanzó el 23,8%, frente al 32,1% obtenido en las elecciones anteriores. La tercera posición en Turingia fue para la Alianza Sahra Wagenknecht – Por la Razón y la Justicia (BSW), que obtuvo un 15,5% de los votos.
En Sajonia, además de la CDU y AfD, BSW logró un 11,5% de apoyo, mientras que el Partido Socialdemócrata (SPD) quedó en cuarto lugar con un 7,6%. Los Verdes y La Izquierda también registraron pérdidas significativas, con Los Verdes cayendo por debajo del umbral del 5% necesario para obtener representación parlamentaria en ambos estados.
Tras conocerse los resultados, los líderes de AfD han reivindicado su derecho a gobernar en Turingia, argumentando que el resultado refleja la voluntad de los votantes por un cambio político en la región. Por otro lado, la CDU ha descartado cualquier posibilidad de coalición con AfD, reafirmando su intención de buscar acuerdos «hacia el centro» del espectro político.
El avance de AfD en estas elecciones ha generado reacciones en diversas partes de Alemania, con protestas organizadas en ciudades como Leipzig y Erfurt en rechazo a la extrema derecha. Las manifestaciones, convocadas por grupos antifascistas, han contado con la participación de cientos de personas que se oponen al crecimiento de la influencia de AfD en la política regional.
Estos resultados marcan un momento crucial en la política alemana, con implicaciones tanto a nivel regional como nacional, y destacan la creciente polarización en el electorado del país.