En un caso que ha conmocionado a Brasil, un joven de 16 años ha confesado haber asesinado a toda su familia. En una declaración impactante, el adolescente admitió que sentía afecto por su hermana, pero la mató porque temía que ella pudiera impedirle asesinar a su madre. La información fue divulgada por el delegado Roberto Alfonso, responsable de la investigación del caso, en una entrevista con la periodista Paola Patriarca y publicada por Globo Televisión.
Según el informe, el adolescente usó el arma de su padre, un policía municipal llamado Isaac Tavares Santos, de 57 años, para cometer los homicidios. En su declaración, el joven detalló cómo primero disparó a su padre en la nuca. El sonido del disparo atrajo a su hermana, Letícia Gomes Santos, de 16 años, quien subió las escaleras, momento en el cual el joven le disparó en la cara. La adolescente murió en el acto.
Después de estos asesinatos, el joven esperó la llegada de su madre, Solange Aparecida Gomes, de 50 años. Al llegar a casa y ver el cuerpo de su esposo, la madre fue también atacada por su hijo. Inicialmente disparó contra ella y, al día siguiente, aún enfurecido, la apuñaló con rabia.
El joven se entregó a la policía militar el viernes 17, confesando los crímenes y revelando detalles de los mismos. Afirmó que tenía una buena relación con su hermana, pero creyó que debía eliminarla para poder llevar a cabo el asesinato de su madre sin interrupciones.
El delegado Roberto Alfonso describió el estado emocional del adolescente durante su arresto: «Estaba aterrorizado al saber que sería detenido, pero no mostró arrepentimiento alguno. Parecía sorprendido por la detención, quizás pensando que su edad lo protegería de enfrentar consecuencias graves».
Las autoridades han incautado los teléfonos móviles del padre, la madre y la hermana, así como dispositivos y ordenadores del joven para profundizar en la investigación. Vecinos, amigos y familiares también están siendo entrevistados para arrojar luz sobre el caso y determinar si el adolescente actuó solo o tuvo algún tipo de complicidad.
El crimen ocurrió en la casa familiar ubicada en la calle Raimundo Nonato de Sá, en la región occidental de São Paulo. Los cuerpos fueron encontrados en avanzado estado de descomposición.
El caso ha sido registrado en la DP 33 (Pirituba) y el adolescente ha sido trasladado a la Fundação Casa, enfrentando cargos de homicidio-feminicidio, tenencia ilegal de armas de fuego y ocultación de cadáver. La comunidad regional y nacional está en estado de shock ante la brutalidad del incidente, y la investigación sigue su curso para esclarecer todos los detalles y motivaciones detrás de estos trágicos eventos.