LA HABANA, Cuba — Un trágico accidente tuvo lugar en horas de la madrugada del miércoles cuando el tren No. 14, que cubre la ruta entre Guantánamo y La Habana, atropelló a una persona que perdió la vida en el acto. El incidente ocurrió alrededor de las 12:30 a. m., y obligó a detener el convoy durante varias horas mientras se desarrollaban las primeras investigaciones por parte de las autoridades competentes.
Ferrocarriles de Cuba confirmó el fallecimiento y expresó su pesar por el hecho, sin ofrecer, por el momento, detalles sobre la identidad de la víctima ni las circunstancias exactas del suceso. Las causas del atropello aún están siendo evaluadas, y no se ha informado si se trató de un accidente fortuito, una imprudencia o si hubo factores externos que influyeron.
El tren, que realiza una de las rutas más extensas del sistema ferroviario nacional, retomó su marcha tras la interrupción, pero con un notable retraso que ha afectado su itinerario, lo cual ha generado molestias en los pasajeros. Según la información oficial, si no surgen nuevos inconvenientes, las paradas programadas se efectuarán de acuerdo al siguiente horario ajustado: Las Tunas a las 9:55 a. m., Camagüey a las 12:19 p. m., Ciego de Ávila a las 2:49 p. m., Guayo a las 4:32 p. m., Santa Clara a las 5:59 p. m., Matanzas a las 9:35 p. m., Jaruco a las 10:34 p. m. y la Estación Central de La Habana a las 11:45 p. m.
Este tipo de incidentes, aunque infrecuentes, ponen nuevamente sobre la mesa los problemas de seguridad en el entorno ferroviario cubano, donde tramos sin protección y la falta de señalización adecuada pueden incrementar los riesgos, tanto para transeúntes como para el personal ferroviario. En varios territorios del país, las comunidades colindan estrechamente con las vías del tren, en muchos casos sin barreras físicas ni advertencias visibles, lo que aumenta la vulnerabilidad ante accidentes de este tipo.
Además del impacto humano, los retrasos generados afectan a cientos de usuarios que dependen del servicio ferroviario como medio principal de transporte interprovincial, especialmente ante la limitada disponibilidad de opciones más rápidas y seguras en la red de transporte cubana.
Mientras continúan las pesquisas para esclarecer los hechos, este episodio vuelve a llamar la atención sobre la necesidad de invertir en medidas de prevención, infraestructura ferroviaria y campañas públicas de concientización, a fin de evitar que tragedias como esta se repitan en el futuro.