A la Espera de una Buena Noticia que No Llega

Cada mañana, en la redacción de CubaHerald, comenzamos con la misma misión: encontrar una buena noticia sobre Cuba. Buscamos en las redes sociales, exploramos la web, revisamos las últimas informaciones provenientes de diversas fuentes. Queremos, más que nada, brindar a nuestros lectores una noticia que les alegre el día, que les devuelva la esperanza en un país que una vez fue conocido por su vitalidad y alegría. Sin embargo, esta búsqueda se convierte, día tras día, en una tarea desalentadora. La realidad que nos encontramos es sombría, y las buenas noticias son cada vez más escasas.

Lo que encontramos con frecuencia son historias de desesperanza, quejas de una población que parece estar al borde del agotamiento, asfixiada por una crisis que no muestra signos de mejora. Los titulares que emergen de nuestras búsquedas suelen estar llenos de tragedias, como la desoladora situación en los zoológicos del país, donde los animales, al igual que muchas personas, luchan por sobrevivir en medio de la escasez y el abandono. Las quejas sobre la falta de productos básicos, los apagones constantes, y la desesperanza que impregna la vida diaria son constantes en el flujo de información.

Este panorama no solo es doloroso para nosotros como periodistas, sino también para nuestros lectores. En CubaHerald, nos esforzamos por mantener una postura neutral, informando con objetividad y sin sesgos. Sin embargo, esta misma neutralidad nos ha colocado en la mira de críticas polarizadas. Algunos nos acusan de ser agentes de la CIA, sugiriendo que nuestras publicaciones buscan socavar el gobierno cubano. Otros, en cambio, nos tildan de comunistas, insinuando que estamos alineados con las políticas del Estado. Estas acusaciones contradictorias, aunque injustas, nos reafirman en nuestro compromiso con la verdad y la objetividad; indican que, en medio de un contexto tan polarizado, estamos cumpliendo con nuestro deber periodístico.

Lo que muchos no comprenden es que nuestra única misión es informar. No recibimos financiamiento de ningún gobierno, entidad o medio. No respondemos a intereses ocultos ni a agendas políticas. Amamos a Cuba, amamos su cultura, su historia, y por eso nos duele tanto ver el estado en el que se encuentra. Queremos dar una buena noticia, queremos llevar alegría a cada cubano de a pie, pero nos enfrentamos a una realidad que parece empeñada en negarnos esa posibilidad.

Cuba

Las pocas veces que encontramos una historia que podría considerarse positiva, suele ser efímera, o rápidamente se ve opacada por las dificultades que enfrenta la mayoría. Es difícil celebrar la apertura de una nueva tienda, cuando los precios son inaccesibles para la mayoría. Es complicado alegrarse por una celebración cultural, cuando al mismo tiempo se informa sobre cortes de electricidad que afectan a millones de personas. Nos encantaría compartir noticias de progreso, de avances, pero la realidad es que, en estos momentos, esas historias son la excepción, no la regla.

Cuba, alguna vez conocida por su alegría contagiosa, por su música que llenaba las calles y su espíritu inquebrantable, hoy parece sumida en una tristeza profunda. Cada día que pasa, la búsqueda de una buena noticia se convierte en un recordatorio de lo mucho que ha cambiado el país, de cómo la esperanza ha sido reemplazada por la desesperación.

En CubaHerald, seguiremos buscando. No perderemos la esperanza de encontrar esa buena noticia que todos necesitamos, ese rayo de luz en medio de la oscuridad. Pero hasta que llegue, nuestro deber es continuar informando con la misma honestidad y dedicación que nos ha caracterizado. Queremos ser un reflejo fiel de la realidad, sin adornos ni distorsiones. Y mientras tanto, esperamos, como tantos otros cubanos, el día en que podamos volver a contar historias de alegría y esperanza.

Nuestra misión no es solo informar, sino también acompañar a nuestros lectores en este difícil camino. Sabemos que la verdad puede ser dura, pero creemos firmemente que es a través de la verdad que podemos construir un futuro mejor. Y aunque hoy esa verdad esté cargada de dificultades, confiamos en que, eventualmente, encontraremos las noticias positivas que todos anhelamos. Hasta entonces, seguimos comprometidos con nuestra labor, con la convicción de que, aunque la realidad sea dura, nuestro trabajo es esencial para el futuro de Cuba.

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