En un acto que contradice las campañas gubernamentales que promueven la autosuficiencia alimentaria, un anciano de La Habana ha sido multado tras haber establecido un pequeño huerto en una escuela abandonada. Este incidente, destacado por el programa Food Monitor Program, subraya las inconsistencias en la política alimentaria del gobierno en medio de la creciente escasez de alimentos en Cuba.
El residente habanero, enfrentando la falta de recursos alimenticios, optó por utilizar un terreno olvidado de donde anteriormente funcionaba una escuela. Con esfuerzos propios, logró cercar el área, colocar señalización informativa, y cultivar alimentos básicos como maíz, empleando semillas y abonos comprados de su escaso presupuesto.
A pesar de las evidentes mejoras y la producción de alimentos en un espacio antes improductivo, la actividad fue abruptamente interrumpida cuando un funcionario del gobierno denunció la iniciativa como ilegal, argumentando que se trataba de un «cultivo ilícito en zona comunitaria». La intervención policial no solo cesó la agricultura sino que también culminó con la imposición de una multa al anciano, quien no recibió compensación alguna por su inversión ni por los cultivos ya establecidos.
Este suceso ilustra una clara desconexión entre las políticas oficiales que alientan a los ciudadanos a «Cultivar tu pedacito» como parte de la solución a la crisis alimentaria, y las acciones de ciertos sectores del gobierno que parecen desincentivar estas mismas iniciativas populares. La denuncia de la ONG pone en relieve no solo la desesperación de quienes buscan aliviar por sí mismos la escasez, sino también el potencial desperdicio de recursos y esfuerzos por políticas mal coordinadas.
Mientras tanto, los esfuerzos gubernamentales por promover la agricultura urbana y familiar continúan siendo publicitados, incluso con visitas de figuras políticas a proyectos exitosos, lo que añade una capa de ironía y frustración ante casos como el del anciano sancionado. La comunidad local ha perdido no solo una fuente vital de alimento sino también un ejemplo de autogestión y resiliencia ante circunstancias adversas.