Un segundo agente de los Mossos d’Esquadra, detenido bajo la acusación de colaborar en la fuga del expresidente catalán Carles Puigdemont, continuará en custodia policial, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
El juzgado de instrucción en funciones de guardia de incidencias ha rechazado la solicitud de ‘habeas corpus’ presentada por el agente, dejando claro que el detenido todavía no ha sido presentado ante un juez con el atestado correspondiente. «La situación del mosso se resolverá cuando sea puesto a disposición judicial dentro del plazo legal de 72 horas», indicaron fuentes judiciales.
El caso ha suscitado un renovado debate sobre la actuación de los cuerpos de seguridad en contextos políticos delicados. La detención de este segundo agente, cuya identidad no ha sido divulgada, pone en relieve las complejidades y las tensiones existentes en el seno de las fuerzas de seguridad en Cataluña, en un momento en que la figura de Puigdemont sigue siendo central en el discurso independentista.
Este incidente no solo cuestiona la neutralidad de los cuerpos policiales, sino que también podría tener implicaciones más amplias para la estabilidad política en la región. La resolución de este caso será seguida de cerca tanto por defensores de la independencia como por aquellos que abogan por la unidad de España, marcando posiblemente un precedente importante en la interacción entre política y justicia.