La Habana, 5 de diciembre de 2025 — El gobierno cubano negó categóricamente cualquier relación con redes de narcotráfico internacional, en una comparecencia pública poco habitual que busca frenar el impacto político de las declaraciones de Hugo “El Pollo” Carvajal, exjefe de Inteligencia venezolano, cuyas revelaciones han generado un intenso debate regional. La información fue confirmada por EFE, que dio cuenta del tono firme adoptado por las autoridades cubanas.
Durante la conferencia, celebrada en el Centro de Prensa Internacional, altos funcionarios del Ministerio del Interior y del Ministerio de Justicia insistieron en que Cuba no es un país productor ni de tránsito de drogas, reiteraron su política de “tolerancia cero” y recordaron que desde 2016 existe cooperación operativa con Estados Unidos, incluido el intercambio de información en tiempo real con los guardacostas norteamericanos.
Según reporta EFE, los funcionarios también dirigieron críticas a Washington. El coronel Juan Carlos Poey, jefe del Órgano de Enfrentamiento Antidrogas del MININT, calificó el incremento de presencia militar estadounidense en el Caribe —con foco en Venezuela— como “una seria amenaza a la seguridad y soberanía de Cuba”, en un mensaje que combina defensa institucional y advertencia política.
La reacción oficial se produjo apenas horas después de que se divulgara la carta enviada por Carvajal al presidente Donald Trump desde una prisión federal, documento que The Dallas Express hizo público. En ella, el exjefe de Inteligencia asegura que Cuba habría sido el “cerebro estratégico” que animó a Hugo Chávez a emplear la cocaína como herramienta geopolítica contra Estados Unidos, y que agentes cubanos participaron en la formación de la estructura que más tarde derivó en el Cártel de los Soles. La misiva también menciona supuestas operaciones coordinadas con las FARC, el ELN y Hezbollah, así como el suministro de armas, documentos y apoyo de inteligencia para operaciones en suelo venezolano. Carvajal incluso afirma la existencia de infiltración en bases navales estadounidenses y sobornos a diplomáticos norteamericanos.
Aunque las autoridades cubanas evitaron aludir directamente a Carvajal o a su testimonio, el enfoque defensivo de la comparecencia refleja la magnitud del escándalo y la preocupación por su impacto internacional. En paralelo, el propio gobierno ha reconocido un aumento del consumo de drogas dentro del país, especialmente entre jóvenes, señalando que más de dos toneladas de estupefacientes han sido incautadas en lo que va de año, mientras catalogan el fenómeno principalmente como un problema de orden público.
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