Un nuevo escándalo sacude a la provincia de Camagüey con la detención de varios trabajadores del cementerio local, acusados de participar en la venta ilícita de capacidades de bóvedas para inhumaciones. Las denuncias apuntan a que los implicados habrían cobrado dinero a familiares de fallecidos para gestionar espacios que, en teoría, deben asignarse bajo procedimientos regulados.
Este tipo de prácticas, que no son nuevas dentro de los servicios funerarios en Cuba, vuelven a exponer la precariedad institucional y la falta de controles internos en un sector marcado por carencias materiales y desorganización crónica. Vecinos de la zona señalan que las irregularidades han sido constantes durante años, y que la crisis actual solo ha profundizado la corrupción de menor escala.
Los trabajadores detenidos enfrentarán un proceso judicial en los próximos días. Las investigaciones aún no han determinado el alcance total del esquema ni si existieron niveles superiores de complicidad dentro de la administración del cementerio. Mientras tanto, persiste la preocupación entre la población, que cuestiona cómo prácticas de este tipo pueden mantenerse en un servicio tan sensible como el funerario.
El caso continúa bajo revisión, y CubaHerald ofrecerá actualizaciones a medida que surjan nuevos detalles.
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