En medio de la crisis humanitaria que enfrenta el oriente cubano tras el paso del huracán Melissa, se han difundido imágenes impactantes desde Santiago de Cuba, donde decenas de personas se ven obligadas a recoger agua turbia y sin tratar en cubos y tanques improvisados.
Según reportes ciudadanos, el abastecimiento de agua potable se encuentra prácticamente paralizado en varios municipios, lo que ha llevado a la población a buscar alternativas en fuentes naturales contaminadas o en zonas donde el líquido no cumple con ningún parámetro sanitario.
Especialistas advierten que esta situación representa un alto riesgo para la salud pública, ya que el consumo de agua sin tratamiento puede provocar brotes de enfermedades diarreicas, hepatitis, leptospirosis y cólera, especialmente en comunidades que ya sufren la falta de medicamentos y servicios médicos básicos.
Las autoridades locales no han emitido una actualización oficial sobre el restablecimiento del suministro, mientras los residentes denuncian que el envío de pipas o camiones cisterna no cubre la demanda mínima y que el proceso de potabilización permanece detenido en varios puntos.
La escena refleja con crudeza el deterioro de los servicios esenciales en la región oriental, donde miles de familias intentan sobrevivir sin acceso estable a agua, alimentos ni atención médica, semanas después del impacto del fenómeno meteorológico.
Fuente: testimonios locales y reportes ciudadanos
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