Durante la madrugada reciente, un consultorio médico del Reparto Caribe, ubicado en la planta baja del edificio conocido como “18 Plantas Nuevo”, fue objeto de un robo de medicamentos e insumos sanitarios, un hecho que refleja no solo la creciente inseguridad ciudadana, sino también la crisis estructural del sistema de salud cubano.
El autor del robo, posteriormente detenido tras una breve investigación, habría sustraído diversos productos médicos de primera necesidad, entre ellos medicamentos y materiales utilizados en la atención primaria. Según fuentes del vecindario, el presunto responsable se encontraba bajo libertad condicional, lo que ha generado inquietud entre los residentes sobre el manejo de la reincidencia delictiva.
El caso se suma a una ola de robos en instituciones de salud ocurridos en distintas provincias del país, donde la escasez de recursos ha convertido a los consultorios, farmacias y almacenes médicos en objetivos frecuentes de saqueos. Los hurtos de medicinas, equipos y material sanitario reflejan el colapso de la infraestructura pública y el mercado informal que ha surgido en torno a productos que antes se adquirían gratuitamente.
Aunque una parte de los bienes robados fue recuperada, el episodio deja al descubierto el impacto de la crisis económica y sanitaria sin precedentes que atraviesa Cuba, donde el desabastecimiento y la precariedad impulsan a muchos a delinquir para sobrevivir.
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