La Habana — Un robo de combustible en el punto de abastecimiento de la Terminal de Ómnibus de San Agustín, en La Habana, ha generado gran indignación en medio de la crítica escasez que afecta al país. Según trascendió, el incidente ocurrió el pasado martes, justo cuando la capital enfrentaba un déficit severo de ómnibus y “gazellas” en circulación debido a los bajos niveles de diésel disponibles.
Fuentes cercanas informaron que cientos de litros de diésel destinados al transporte urbano y a los camiones de recogida de desechos sólidos fueron sustraídos de la pista de abastecimiento. Este hecho constituye un doble impacto para la población habanera, pues compromete tanto la movilidad ciudadana como la recogida de basura en la ciudad, servicios ya afectados por la crisis energética y de suministros.
El caso pone en evidencia la vulnerabilidad en el control y distribución del combustible, un recurso esencial para sostener la vida cotidiana en la capital. La situación se produce en un contexto donde el país enfrenta graves limitaciones en la generación eléctrica distribuida y en el transporte público, sectores altamente dependientes del diésel.
Las autoridades no han precisado aún el número de personas involucradas ni los detalles de la investigación, pero se espera que se adopten medidas ejemplarizantes para evitar que hechos de este tipo continúen afectando servicios básicos de la población.
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