Personas caminando en exterior industrial bajo el sol

Kilmar Ábrego García: del error de deportación a su liberación en EE.UU.

El caso de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño de 29 años deportado de manera irregular a su país de origen y recientemente liberado de custodia criminal en Tennessee, se ha convertido en un ejemplo de las tensiones que rodean la política migratoria de Estados Unidos bajo el gobierno del presidente Donald Trump.

Deportación bajo “error administrativo”

Ábrego, residente en Maryland con protección contra deportación por riesgo de persecución en El Salvador, fue detenido el 12 de marzo por agentes de inmigración y enviado al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una prisión de máxima seguridad en San Salvador.
El traslado ocurrió pese a la orden judicial que lo amparaba, lo que más tarde fue reconocido por la propia administración como un “error administrativo”.

Su familia y abogados impulsaron una batalla legal que alcanzó instancias federales y la Corte Suprema, mientras el presidente salvadoreño Nayib Bukele se negaba a facilitar su regreso.

Regreso y proceso judicial

Tras casi tres meses detenido en El Salvador, Ábrego fue retornado a Estados Unidos en junio y recluido en Tennessee. Allí enfrentó cargos por conspiración y transporte ilegal de inmigrantes indocumentados, acusaciones que, según la fiscalía, lo vinculaban a más de 100 traslados entre Texas y Maryland.

No obstante, los jueces determinaron que las pruebas no demostraban que representara un peligro para la comunidad, desestimando los argumentos de la fiscalía que buscaba mantenerlo tras las rejas.

Dimensión política y diplomática

El caso provocó un fuerte enfrentamiento político. Trump acusó públicamente a Ábrego de vínculos con la pandilla MS-13, basándose en tatuajes que, según expertos, no constituyen evidencia de pertenencia a grupos criminales. Legisladores demócratas, en cambio, denunciaron el manejo del caso como un intento de criminalización política.

A nivel diplomático, la tensión con El Salvador puso de relieve la fragilidad de la cooperación bilateral en materia migratoria y de seguridad regional.

Liberación y futuro incierto

Este viernes, Ábrego fue finalmente liberado de custodia criminal en Cookeville, Tennessee, a la espera de su juicio previsto para enero de 2026. Aunque recupera la libertad, su estatus migratorio continúa en el aire: las autoridades aún no han definido si intentarán reabrir un nuevo proceso de deportación.

Un símbolo del debate migratorio

La historia de Kilmar Ábrego García expone las deficiencias del sistema migratorio estadounidense, donde decisiones erróneas y presiones políticas pueden transformar la vida de una persona en una prolongada pesadilla legal. Su caso seguirá siendo observado como un punto de referencia en las discusiones sobre derechos humanos, deportaciones y el uso político de la justicia en Estados Unidos.

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