La misión diplomática de Estados Unidos en La Habana celebró anoche una recepción oficial encabezada por el jefe de misión, Mike Hammer, y su esposa Margret Bjorgulfsdottir, con motivo de dar la bienvenida al nuevo adjunto jefe de misión, Roy Perrin, y a su esposa Michele.
Un encuentro con amplia representación
Al encuentro asistieron familias de presos políticos, disidentes, activistas de derechos humanos, economistas, artistas, periodistas, representantes de la sociedad civil independiente, líderes religiosos y miembros del cuerpo diplomático acreditado en Cuba.
Según trascendió, el objetivo fue no solo presentar al nuevo funcionario, sino también mantener el diálogo con diversos sectores de la sociedad cubana, en un contexto en el que la diplomacia estadounidense ha reiterado su interés en promover el respeto a los derechos humanos y fortalecer los lazos con la comunidad independiente de la isla.
Relevancia diplomática
El arribo de Roy Perrin como número dos de la sede diplomática marca un relevo importante en el cuerpo diplomático estadounidense en Cuba. Su papel será clave en la coordinación de programas y en la interlocución con sectores oficiales y no oficiales dentro del país.
La recepción se enmarca en la política de Washington de mantener espacios de acercamiento con la sociedad civil, mientras se sostienen tensiones políticas de larga data entre ambos gobiernos.
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