El caricaturista Humberto Lázaro Miranda Ramírez, conocido artísticamente como LAZ, falleció el 4 de agosto de 2025 a los 64 años, dejando un legado reconocido en el mundo del humor gráfico y la ilustración en Cuba. Su trayectoria estuvo estrechamente vinculada al diario Juventud Rebelde, donde plasmó durante décadas una mirada costumbrista y crítica de la realidad cubana.
Su interés por el dibujo se manifestó desde la adolescencia, colaborando con el semanario Pionero antes de iniciar una carrera profesional en las artes visuales. Además de caricaturista, LAZ fue rotulista, historietista, ilustrador y miembro del colectivo humorístico Dedeté. Su obra abarcó desde el humor gráfico general hasta la sátira política y la caricatura personal, con una sensibilidad particular para reflejar la vida cotidiana, las tradiciones y los desafíos del país.
Participó en más de un centenar de exposiciones, tanto colectivas como individuales, y recibió cerca de cien premios nacionales, así como más de veinte reconocimientos internacionales. Su trabajo se presentó en eventos y talleres en países como Italia, Grecia, México, Colombia y Estados Unidos.
La noticia de su fallecimiento generó numerosas muestras de afecto y reconocimiento. El periodista Francisnet Díaz Rondón lo describió como “un maestro del humor y un amigo entre amigos”, destacando su humildad y perseverancia. Por su parte, Bolivia Tamara Cruz Martínez, en nombre de colegas de Juventud Rebelde y Palante, le deseó “luz en su viaje a la eternidad”, mientras que el caricaturista César Carrizo resaltó la ironía y humanidad presentes en su obra.
El deceso de LAZ se suma a otras recientes pérdidas para la cultura cubana, como las de la actriz Aris Teresa Bruzos, el guitarrista Benito “Beny” Suárez y la profesora Mercedes Lina Cathcart. Su obra y su estilo seguirán formando parte de la historia del humor gráfico en Cuba y de la memoria colectiva de quienes lo conocieron y admiraron.
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