En el Consejo Popular La Asunción, del municipio Baracoa, se llevó a cabo recientemente un operativo en el que fueron ocupados 71 envoltorios de hachís, distribuidos en tres viviendas distintas. Además, se confiscaron dinero en efectivo, teléfonos móviles y otros equipos relacionados con la presunta venta y distribución de esta sustancia.
Cinco personas fueron detenidas y se encuentran bajo proceso de investigación por su posible implicación en actividades vinculadas al tráfico de drogas, un fenómeno que en los últimos años ha mostrado signos de crecimiento en diferentes puntos del país.
El hachís, derivado de la marihuana, es una droga que puede generar dependencia, alteraciones cognitivas y efectos psicológicos duraderos, sobre todo entre consumidores jóvenes. Aunque durante décadas Cuba mantuvo niveles relativamente bajos de circulación de estas sustancias, el escenario ha cambiado, y diversos reportes ciudadanos y comunitarios alertan sobre un aumento paulatino del consumo y la comercialización de drogas en zonas urbanas y rurales.
Vecinos del área alertaron a las autoridades tras notar movimientos sospechosos en la zona, lo que permitió la localización de los puntos de almacenamiento. Si bien estos operativos logran interrumpir temporalmente la cadena de distribución, la aparición recurrente de nuevos casos sugiere la necesidad de enfoques más amplios, que no se limiten únicamente a la acción represiva, sino que también incluyan medidas de prevención, educación y atención a la demanda.
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