En una respuesta contundente al reciente intento de golpe de Estado en Bolivia, las naciones de Sudamérica, reunidas en el Consenso de Brasilia, han emitido una declaración conjunta condenando el acto y expresando su apoyo unánime al presidente boliviano, Luis Arce. Esta acción sigue a la intervención de las autoridades bolivianas que llevaron a cabo registros en varias instalaciones militares, incluyendo el Estado Mayor del Ejército, para recabar pruebas sobre los acontecimientos.
«El intento de socavar las instituciones democráticas y el orden constitucional en Bolivia es un acto repudiable que atenta contra la voluntad de la ciudadanía boliviana, y representa una amenaza para la estabilidad y la paz en América del Sur», señaló el grupo en su comunicado. Además, el mecanismo de integración suramericana manifestó su «profunda preocupación por las acciones que ponen en riesgo la libertad, la justicia y el respeto por los derechos humanos en Bolivia», y reiteró su compromiso con el respeto a la voluntad popular y la legitimidad de las instituciones democráticas.
Simultáneamente, las autoridades bolivianas han intensificado sus esfuerzos investigativos tras el golpe fallido del pasado miércoles. Una comisión de fiscales, junto a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), ha realizado registros en doce sedes militares, incluido el cuartel general del Estado Mayor del Ejército. En las tanquetas empleadas en el intento de asalto al Palacio de Gobierno se encontraron municiones y grabaciones de audio que evidencian las conversaciones entre los oficiales implicados.
Los registros también alcanzaron lugares que presuntamente se utilizaron para preparar la intentona golpista liderada por el comandante del Ejército de Tierra, Juan José Zúñiga, quien ahora enfrenta medidas cautelares junto a otros oficiales. Zúñiga, quien había proclamado su objetivo de «restablecer la democracia» y liberar a lo que consideraba «presos políticos», se encuentra en prisión preventiva acusado de terrorismo y alzamiento armado contra el Estado.
La situación en Bolivia sigue siendo tensa, pero la comunidad internacional ha reafirmado su apoyo a la democracia y el estado de derecho, manteniéndose vigilante frente a cualquier intento de vulnerarlos. El llamado al diálogo y la resolución pacífica de conflictos resuena en todo el continente, mientras Bolivia trabaja para asegurar la estabilidad y la paz interna.
