En un fallo reciente, el Tribunal de Apelaciones de París ha confirmado la orden de arresto contra el presidente sirio Bashar Al Assad, emitida en noviembre del año anterior. Esta orden se relaciona con los ataques con armas químicas ocurridos en agosto de 2013 en Ghuta Oriental, Siria, considerados crímenes de guerra y contra la humanidad.
A pesar de las alegaciones de la Fiscalía francesa que sostenían que Al Assad, en su calidad de jefe de Estado, debería gozar de inmunidad, el tribunal ha rechazado esta defensa. Este miércoles, la corte desestimó la apelación, consolidando la decisión que marca un precedente importante para la justicia internacional. El dictamen fue celebrado por diversas organizaciones, incluyendo el Centro Sirio para los Medios y la Libertad de Expresión, Open Society y Syrian Archive, las cuales han destacado este momento como un paso significativo para los supervivientes y víctimas de dichos ataques.
La demanda en Francia también señala a otras figuras cercanas al mandatario sirio, incluyendo a su hermano, Maher al Assad. Estos ataques, específicamente en la región de Ghuta Oriental, resultaron en cientos de muertes, aunque el número exacto de víctimas sigue sin estar claro. Los expertos han confirmado el uso de gas sarín, prohibido internacionalmente. Aunque el régimen de Al Assad no ha aceptado la responsabilidad, potencias globales como Estados Unidos y la Unión Europea han interpretado estos actos como una autoría directa del gobierno sirio.
Este fallo del Tribunal de Apelaciones resalta la convicción de que la rendición de cuentas por crímenes internacionales puede superar cualquier reclamación de inmunidad diplomática, enviando un mensaje claro sobre la gravedad de los crímenes y la necesidad de justicia para las víctimas.
Además, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, expresó en Twitter su rechazo a la orden de detención, calificándola de violatoria del derecho internacional. «Rechazamos orden de detención contra Presidente de #Siria Bashar al-Assad, dictada en Francia y con eventual aplicación en la UE, que desconoce su inmunidad como Jefe de Estado, viola normas del Derecho Internacional y crea un peligroso precedente para el sistema internacional actual», afirmó Rodríguez.