En la reciente Cumbre sobre la Paz en Ucrania, celebrada en Lucerna, Suiza, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, resaltó el compromiso «activo» de España para abordar las repercusiones de la guerra en Ucrania, especialmente en lo concerniente a la seguridad alimentaria global.
Según reporta Europa Press, Sánchez participó este domingo en el grupo de trabajo ‘La comida no es un arma’, que se desarrolló a puertas cerradas y donde se debatieron las alarmantes cifras de hambre aguda que afectan a casi 282 millones de personas en 59 países y territorios durante el año 2023. Este número representa un aumento significativo de 24 millones de personas respecto al año anterior, manteniendo la inseguridad alimentaria en niveles alarmantemente altos por cuarto año consecutivo.
Durante su intervención, el líder español destacó la «agresión rusa contra Ucrania» como un factor que ha exacerbado significativamente la crisis alimentaria mundial. En respuesta, España ha reafirmado su compromiso a través de diversas iniciativas y contribuciones económicas destinadas a mitigar estos impactos.
Entre las medidas anunciadas, España destinará 236,5 millones de euros durante los próximos tres años a la Ayuda Oficial al Desarrollo; 14,4 millones de euros se dirigirán al Plan de Choque contra la Emergencia Alimentaria; 100 millones de euros en garantías serán proporcionados al Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo para apoyar a los municipios ucranianos y fortalecer la seguridad alimentaria; además de 2,3 millones de euros que se invertirán en el Grupo de Respuesta a la Crisis Global sobre Alimentos, Energía y Finanzas en colaboración con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Sánchez también recordó que, entre 2021 y 2023, España presidió el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de las Naciones Unidas y anunció que el próximo año, España acogerá la IV Conferencia Internacional de Financiación al Desarrollo. Este evento busca ser un foro crucial para discutir la movilización de recursos necesaria para combatir el hambre y la malnutrición global mediante una transición justa y sostenible del sistema alimentario.