El Kremlin no ocultó su satisfacción tras el anuncio del presidente Donald Trump de suspender el envío de parte de la ayuda militar a Ucrania, incluyendo misiles Patriot, en lo que calificó como una revisión para asegurar que la asistencia se alinee con su política de “America First”. La medida, confirmada por el Pentágono, ha sido duramente criticada por Kyiv, que la considera “inhumana” y potencialmente letal para millones de civiles ucranianos expuestos a ataques aéreos rusos.
La suspensión ocurre en medio de una ola de ataques rusos sin precedentes, que incluyó el lanzamiento de más de 500 drones y 11 misiles de crucero contra la capital ucraniana, según la fuerza aérea de ese país. El presidente Volodymyr Zelensky instó a Trump a revertir la decisión durante una conversación telefónica reciente, destacando que los sistemas Patriot “salvan vidas todos los días”.
Analistas advierten que esta decisión representa una grave amenaza para las defensas aéreas de Ucrania, ya que solo Estados Unidos produce y exporta en volumen significativo los misiles Patriot, considerados vitales para interceptar misiles balísticos y de crucero. Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), interrumpir su suministro abre una brecha crítica en la seguridad del país.
Aunque Europa ha aumentado significativamente su apoyo militar —superando a EE.UU. en volumen de ayuda total según el Instituto Kiel—, existen sistemas que solo Washington puede proporcionar. Mientras algunos misiles Patriot se desvían a aliados estratégicos como Israel o Corea del Sur, Ucrania ve limitada su capacidad de defensa frente a un enemigo con superioridad aérea.
Desde Kyiv, funcionarios como Mykhailo Podolyak calificaron la medida de “desalmada”, recordando que el cese no afecta solo a futuras entregas, sino a envíos ya aprobados que estaban por llegar. En el campo de batalla, esta pausa podría traducirse en mayores bajas civiles y avances rusos, como ya ocurrió en Avdiivka tras retrasos previos.
Según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), la suspensión de ayuda refuerza la creencia de Moscú de que, si mantiene la presión, Occidente cederá con el tiempo. La decisión, aplaudida en el Kremlin, alimenta la narrativa de victoria de Vladimir Putin, mientras deja a Ucrania en una situación aún más vulnerable.
Fuente: CNN
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