El Ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, Oscar Pérez-Oliva, y el embajador chino en Cuba, Ma Hoi, presidieron la recepción de un nuevo donativo de arroz de China, en un contexto donde la isla enfrenta una severa crisis alimentaria. La llegada de 86 toneladas de arroz, reportada por la televisión nacional, evidencia la creciente dependencia de Cuba de la ayuda internacional para satisfacer las necesidades básicas de su población.
Durante la ceremonia, el embajador Ma Hoi reiteró el compromiso de China con la asistencia alimentaria a Cuba y prometió expandir la colaboración en el desarrollo agrícola sostenible. No obstante, estas declaraciones no disipan las preocupaciones sobre la capacidad de Cuba para alcanzar la autosuficiencia alimentaria, un problema exacerbado por ineficiencias estructurales y políticas económicas deficientes.
El ministro Pérez-Oliva resaltó el valor de la relación entre Cuba y China, refiriéndose a la ayuda como un reflejo de una amistad tradicional. Sin embargo, la regularidad de estos donativos pone en relieve la profundidad de la crisis alimentaria en la isla, donde el gobierno sigue luchando para asegurar una distribución equitativa de los recursos alimenticios.
Este envío forma parte de un acuerdo más amplio que prevé la entrega de cerca de 20,000 toneladas de arroz a la isla. Se espera que otras seis embarcaciones lleguen en los próximos meses a los puertos de Mariel y Santiago de Cuba, continuando con la tendencia de depender de la ayuda externa para mitigar la escasez.
En abril, seis aviones procedentes de China ya habían entregado más de 400 toneladas de arroz en La Habana, que fueron distribuidas entre los residentes, una medida necesaria pero insuficiente para solucionar las deficiencias alimentarias que enfrenta el país. Esta situación plantea interrogantes sobre la eficacia de las políticas gubernamentales cubanas en materia de seguridad alimentaria y desarrollo agrícola a largo plazo.