Barcelona se posicionará como un centro de referencia internacional en diseño y artes visuales con la apertura de su nuevo hub europeo de diseño este septiembre de 2024. Ubicado en el innovador distrito 22@, este proyecto no solo transformará la dinámica local sino que también atraerá a miles de estudiantes internacionales a la ciudad, generando un impacto económico estimado de más de 41 millones de euros en los próximos cinco años.
La iniciativa es liderada por la red canadiense LCI, que establecerá su campus LCI Barcelona como uno de los proyectos educativos más ambiciosos en Europa. Con una inversión inicial de 35 millones de euros, el campus espera no solo atraer estudiantes internacionales, cuyo coste de vida se estima en 15,000 euros anuales cada uno, sino también revitalizar el sector educativo y económico de la zona.
El distrito 22@, conocido ya por albergar más de 12,000 empresas, verá un impulso significativo con la llegada de estos nuevos estudiantes. Se espera que la población estudiantil del campus se triplique hasta alcanzar los 3,000 alumnos, lo que indudablemente impulsará la demanda de vivienda y otros servicios en el área.
«Este es un gran impulso para Barcelona, que se consolidará no solo como un referente en Europa sino también en el mundo en los campos del diseño, las artes visuales y la creatividad», indicaron desde el centro educativo. Además, el impacto económico del campus se prevé que aumente de 6 millones de euros en su primer año a 10 millones en el año académico 2028/2029.
El nuevo campus de LCI Barcelona, que ocupa 11,000 metros cuadrados a tan solo 400 metros del Disseny Hub, no solo es notable por su tamaño sino también por su compromiso con la sostenibilidad, contando con el certificado BREEAM. Las instalaciones han sido diseñadas para maximizar el aprovechamiento de la luz natural y para la recolección y reutilización del agua de lluvia y aguas grises en el mantenimiento de zonas verdes.
Además de su impacto en el ámbito educativo y económico, el campus ha generado un espacio verde de 2,000 metros cuadrados que ha sido cedido a la ciudad y desarrollado mediante un modelo de participación vecinal, lo que refuerza la integración del proyecto con la comunidad local.
LCI Barcelona no solo fortalece su presencia en Europa sino que también promueve una interacción enriquecedora entre la educación y el tejido socioeconómico de Barcelona, proyectándola como una ciudad pionera en innovación y diseño a nivel global.