Edgar Hernández, un conocido jugador de béisbol de la Serie Nacional en Cuba, encontró que sus hijos, Omar y Frank, tenían preferencias deportivas distintas, inclinándose inicialmente por el fútbol. Sin embargo, un cambio de residencia a España, donde el fútbol domina, llevó a los gemelos a explorar el béisbol, deporte nacional de su país natal, bajo la tutela de su padre en su nuevo rol como entrenador en Viladecans.
Los hermanos, que habían jugado béisbol esporádicamente en Cuba, se adaptaron rápidamente al nuevo ambiente y empezaron a destacarse en el equipo local, ascendiendo al primer equipo siendo aún adolescentes. Su destreza se hizo evidente no solo en la liga local, sino también en competiciones internacionales como la Copa Mundial de Béisbol Sub-18.
La progresión de los hermanos fue notable, y sus habilidades llamaron la atención en torneos importantes, lo que llevó a la firma de Omar por los Reales de Kansas City en 2018. Frank, por su parte, siguió los pasos de su hermano y fue firmado por los Cachorros de Chicago, enfrentando la pandemia jugando temporalmente en Italia antes de hacer su debut en los Estados Unidos.
Los Hernández, además de apoyarse mutuamente, mantienen una sana rivalidad y aspiran a competir uno contra el otro en las Grandes Ligas. Su experiencia resalta no solo su talento individual, sino también el creciente reconocimiento del béisbol en España, destacado por el reciente triunfo de la nación en el Campeonato Europeo de Béisbol.
Con un futuro prometedor, los hermanos Hernández no solo se ven a sí mismos como jugadores en ascenso, sino también como figuras inspiradoras para las nuevas generaciones en España y más allá, demostrando que con dedicación y esfuerzo, las barreras pueden ser superadas en el escenario deportivo global.
