Otto Reich, exsubsecretario de Estado de Estados Unidos para el hemisferio occidental, criticó recientemente la decisión del Departamento de Estado de los Estados Unidos de catalogar a Cuba como colaborador en la lucha contra el terrorismo internacional. Este anuncio se produjo durante un almuerzo de trabajo en Miami-Dade, donde Reich expresó su desacuerdo con la medida.
Según Reich, esta decisión no implica la eliminación de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, pero sugiere un movimiento hacia esa dirección. El exdiplomático argumentó que, dado el respaldo histórico de Cuba a organizaciones como Hamás y su apoyo a terroristas buscados internacionalmente, esta recalificación es incoherente con las actividades conocidas del régimen cubano.
Además, críticas similares han surgido de figuras políticas como el senador Marco Rubio, quien calificó la decisión como «absurda» y ha solicitado explicaciones del Departamento de Estado. El Centro para una Cuba Libre también ha manifestado su preocupación, destacando el continuo patrocinio de Cuba a actividades terroristas y su historial de apoyo a grupos como el ELN y Hamás.
El caso de William “Guillermo” Morales, un fugitivo que reside en Cuba y es responsable del atentado de Fraunces Tavern en Nueva York en 1975, es un ejemplo citado para resaltar la incongruencia de la decisión. La falta de cooperación de Cuba en su extradición ha sido un punto de fricción continua entre Cuba y los Estados Unidos.
Este cambio en la política exterior estadounidense hacia Cuba ha generado un amplio debate sobre las implicaciones de la lucha contra el terrorismo y la legitimidad de las relaciones internacionales en el contexto de la seguridad global.