Durante una presentación cargada de sentimiento y compromiso social, la cantante cubana Aliani Sánchez —más conocida por sus seguidores como Ali Sánchez— ofreció mucho más que música: compartió un poderoso mensaje sobre el dolor de la migración y la urgencia de la unidad entre los cubanos.
Con la bandera cubana ondeando en el escenario y acompañada por su banda, la artista hizo una pausa en su repertorio para narrar una experiencia personal que conmovió al público. “Una seguidora fue a verme después de haber cruzado la frontera… me mandó un mensaje tan fuerte que lloré. Me hizo pensar: ¿En qué momento dejamos de preocuparnos por los nuestros cuando llegan?”, relató visiblemente emocionada.
La reflexión resonó con fuerza en una audiencia compuesta por cubanos de diversas generaciones, muchos de ellos marcados por la experiencia del exilio o el dolor de la separación familiar. Sánchez cuestionó el abandono, la indiferencia institucional y la fragmentación social que viven los migrantes cubanos, e hizo un llamado directo: “Tenemos que volver a cuidarnos, volver a ser comunidad”.
En tiempos donde la polarización política y la crisis migratoria han generado rupturas dentro de la diáspora cubana, sus palabras fueron recibidas con ovaciones y lágrimas. Para muchos, fue un momento de catarsis, de reconocer que más allá de las diferencias, existe una necesidad profunda de reconectar como pueblo.
Ali Sánchez, que ha ganado popularidad no solo por su talento artístico sino por su sensibilidad hacia las causas sociales, reafirmó así su rol como una voz con sentido dentro y fuera del escenario.
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