La escasez de recursos funerarios en la provincia refleja el deterioro de los servicios públicos y la desprotección de los ciudadanos en momentos de dolor
Una familia del municipio de Camagüey ha denunciado públicamente que, en la jornada de ayer, se vieron obligados a enterrar a un ser querido sin ataúd, debido a la falta total de disponibilidad de cajas fúnebres en el cementerio local. La situación ha generado un profundo malestar y ha sido calificada por los afectados como “el colmo de la falta de respeto”.
Según el testimonio compartido por los familiares, acudieron a las autoridades funerarias en busca de una solución, pero les confirmaron que no había ataúdes disponibles en toda la provincia, ni siquiera de uso temporal, y que no podían garantizar fecha alguna para su reposición. Ante la imposibilidad de conservar el cuerpo por más tiempo y sin alternativas ofrecidas, se vieron forzados a proceder con el sepelio en condiciones que consideran indignas.
“Nos dijeron que no había ni uno solo, que si queríamos enterrarlo tenía que ser así. Nunca pensamos que en Cuba se llegaría a esto”, declaró uno de los parientes.
Este episodio, que ha circulado con fuerza en redes sociales, ha causado una ola de indignación no solo por lo doloroso del hecho, sino porque evidencia el grado de deterioro al que han llegado los servicios básicos incluso en momentos tan delicados como la despedida de un familiar.
La crisis de materiales y el desabastecimiento generalizado ya venían afectando a otros sectores como la salud, la vivienda o la alimentación, pero ahora alcanza el ámbito funerario, lo que deja a muchas familias vulnerables sin siquiera la posibilidad de ofrecer un adiós digno a sus seres queridos.
Hasta el momento, ninguna autoridad provincial ha ofrecido declaraciones públicas sobre lo ocurrido, ni se ha dado a conocer un plan de emergencia para enfrentar este tipo de carencias en los cementerios de Camagüey y otras localidades.
Para muchas personas en la provincia, este hecho no solo es doloroso, sino también simbólico de una crisis que parece no tener fondo. “No es solo una caja, es una muestra de humanidad, de respeto. Y ni eso hay”, lamentó otro miembro de la familia.
Fuente: CubaHerald
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