Mientras la 42ª edición de la Feria Internacional de Turismo de Cuba (FITCuba) se desarrollaba en Jardines del Rey, marcando un punto de encuentro clave para profesionales y empresarios del sector, un creciente descontento se hacía evidente entre los turistas en distintos puntos del país. Este evento, que concluyó recientemente en el hotel Vila Galé de Cayo Paredó, ha coincidido con un aluvión de críticas por parte de los visitantes internacionales respecto a la calidad de los servicios turísticos ofrecidos en la isla.
A medida que los especialistas y directivos del turismo debatían sobre políticas y estrategias para potenciar el mercado, los turistas enfrentaban realidades menos prometedoras en su experiencia vacacional. Las principales quejas se centraron en la baja calidad de los productos, las limitadas opciones disponibles en los paquetes todo incluido, precios elevados de alquileres y el mal estado de los vehículos de renta.
Estas críticas señalan un contraste significativo entre los objetivos de la feria de mejorar y promocionar el turismo cubano y la experiencia real de los visitantes en el terreno. El descontento de los turistas subraya la necesidad de una revisión y mejora en los estándares de servicio y oferta turística para alinear las expectativas creadas durante eventos como FITCuba con la realidad del servicio al cliente y la infraestructura turística del país.