La Habana / Washington – 8 de junio de 2025 | Una nueva escalada en las ya frágiles relaciones entre Estados Unidos y Cuba ha sacudido los pasillos diplomáticos este lunes, luego de que el jefe de misión de la Embajada estadounidense en La Habana, Mike Hammer, fuera víctima de un acto hostil mientras viajaba en la tradicional Lanchita de Regla. Lo ocurrido ha sido calificado por fuentes diplomáticas como un “acto de agresión” contra un representante oficial del gobierno de EE.UU.
Según reportes de varios medios y testigos presenciales, dos mujeres confrontaron verbalmente a Hammer de forma agresiva durante el recorrido por la bahía habanera, mientras una tercera persona grababa la escena. Al llegar al muelle de Regla, el acoso continuó hasta el interior de la iglesia homónima, en un ambiente marcado por hostilidad.
Fuentes cercanas a la comunidad diplomática han señalado que el suceso no fue espontáneo, sino organizado por estructuras asociadas a la Seguridad del Estado, con la participación de civiles y uniformados que aparentaban mediar pero que, según medios independientes como CiberCuba, CubitaNOW y Martí Noticias, formaban parte del montaje.
Las imágenes del incidente fueron difundidas inicialmente por cuentas oficialistas en redes sociales, como la del usuario identificado como “Frank Enrique”, quien celebró el hecho afirmando que “el pueblo le dijo unas cuantas cosas a Mike Hammer”. No obstante, las publicaciones han generado una ola de críticas internacionales por lo que se interpreta como un intento de intimidar al personal diplomático estadounidense.
Washington reacciona: posibles expulsiones y cierre de embajada sobre la mesa
A esta hora, el Departamento de Estado se encuentra evaluando medidas de respuesta, según confirmaron a CubaHerald fuentes cercanas a la administración. Las acciones contempladas irían desde la expulsión de diplomáticos cubanos acreditados en Washington hasta, en el escenario más severo, el cierre temporal de la Embajada de EE.UU. en La Habana.
Una fuente bajo condición de anonimato calificó el incidente como “una grave violación del comportamiento esperado en la diplomacia internacional”, y adelantó que la respuesta será “proporcional y decisiva”.
Un contexto de creciente tensión
El embajador Hammer ha sido blanco de crecientes ataques mediáticos en las últimas semanas, tras sostener encuentros con comunidades religiosas, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos comunes en la isla. Estas actividades, vistas por sectores oficiales como un intento de “injerencia”, han sido seguidas de una campaña de descrédito en redes afines al gobierno cubano.
Aunque el gobierno cubano no ha emitido una declaración oficial sobre lo ocurrido, voces de la sociedad civil y miembros de la comunidad internacional han pedido garantías para el personal diplomático extranjero en el país.
Este nuevo incidente recuerda los momentos más tensos de la última década en las relaciones bilaterales, cuando el personal diplomático estadounidense denunció incidentes de acoso, vigilancia y restricciones de movimiento en Cuba. De confirmarse que el acto fue promovido por estructuras del aparato estatal, la crisis podría escalar a niveles que no se veían desde la suspensión de servicios consulares en 2017.
La Casa Blanca y el Departamento de Estado se preparan para anunciar medidas en las próximas horas. Mientras tanto, las relaciones entre ambos países vuelven a situarse al borde del colapso diplomático.
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