El Ministerio de la Mujer del Gobierno Federal de Brasil presentó el Informe Socioeconómico Anual de la Mujer 2024, arrojando luz sobre los persistentes desafíos de desigualdad de género que enfrenta el país. La ministra APARECIDA GONÇALVES subrayó la importancia crítica de estos hallazgos para la creación de políticas públicas más inclusivas y equitativas.
El informe destaca una paradoja notable: aunque las mujeres constituyen más de la mitad de la población brasileña, continúan subrepresentadas en áreas esenciales como el empleo formal, los puestos de liderazgo empresarial, el deporte de alto rendimiento y la política. Un dato particularmente llamativo es la composición de género en el Congreso, donde el 95% de los líderes de los partidos en la Cámara de Representantes y el 78% en el Senado son hombres, evidenciando una marcada disparidad de género en los niveles más altos de decisión política.
La Ministra Gonsalves también señaló la desigualdad en la distribución de las responsabilidades domésticas y de cuidado, donde las mujeres dedican en promedio 21 horas semanales, casi el doble que los hombres, que invierten solo 11 horas en estas actividades. Esta diferencia subraya el rol tradicional que aún prevalece en los hogares brasileños y la carga desproporcionada que recae sobre las mujeres.
Además, Gonsalves hizo hincapié en la necesidad de mejorar la recopilación y análisis de datos para obtener un entendimiento más profundo y actualizado de la situación de las mujeres en Brasil. «Faltan datos. Durante siglos, las mujeres en Brasil han sido ignoradas en la historia y la investigación», comentó la ministra, subrayando la urgencia de integrar perspectivas de género en todas las esferas de la investigación y políticas públicas.
Un hallazgo alentador del informe es el incremento registrado en las declaraciones de impuestos entre las mujeres negras y morenas en 2022, mostrando un crecimiento significativo en comparación con el año 2010. Este dato podría indicar un progreso en la inclusión económica de las mujeres de grupos racialmente marginados.
La compilación de este informe fue un esfuerzo coordinado que involucró a diversas instituciones, incluyendo el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) y el Tribunal Supremo Electoral, bajo la dirección del Observatorio Brasileño de Igualdad de Género.
