El Gobierno Provincial de Pinar del Río ha implementado un tope en los precios del pan, una medida anunciada este miércoles que afectará a todos los vendedores minoristas de este alimento esencial en la región. Esta acción se toma en un contexto de escasez y dificultades económicas que ha llevado a la provincia a buscar alternativas para controlar la inflación y proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos.
La Resolución 32 del Gobernador de Pinar del Río, efectiva a partir del 24 de abril, establece precios máximos de venta al por menor para varios productos panificados. Entre los precios fijados están 130 CUP por una bolsa de pan de 280 g, 150 CUP por 320 g, y 180 CUP por 480 g. Además, un pan de telera de 200 g se fijó a 120 CUP. Estos precios serán aplicables a todos los actores económicos de la provincia, incluyendo pequeñas y medianas empresas (Mipymes) y vendedores independientes.
Esta medida se suma a los esfuerzos del gobierno local para mitigar el impacto de la falta de harina de trigo, vital para la producción de pan. Desde febrero, la capacidad de producción se ha visto reducida, pasando de 36 a 30,5 toneladas diarias, debido a la escasez. Para compensar, se han incorporado «extensores» de harina como el puré de calabaza y la harina de yuca, buscando mantener la oferta de pan a pesar de las limitaciones de recursos.
La situación ha generado diversas reacciones en la comunidad. Algunos ciudadanos expresan preocupación por los precios, aún considerados elevados para muchos, mientras que otros señalan la calidad y cantidad insuficiente del pan distribuido por el estado. A pesar de las políticas de precios topados y las sanciones aplicadas a infractores, la crisis alimentaria sigue siendo una realidad palpable en la provincia y en el país.