Según publica el medio digital La Tijera, una ciudadana cubana ha recibido una negativa a su solicitud de visa de reunificación familiar por parte del Centro de Procesamiento de Visas de la Embajada de Estados Unidos, presuntamente debido a su participación en el desfile del Primero de Mayo en Cuba. La afectada, Yanieska Sablón Méndez, residente en el municipio de San Miguel del Padrón, en La Habana, asistió recientemente a su entrevista migratoria.
Tras conocerse la publicación, CubaHerald se comunicó con familiares de la joven, quienes calificaron la medida como desproporcionada y discriminatoria. Su madre expresó, visiblemente afectada, que “es injusto que se castigue a alguien por haber asistido a un desfile que es prácticamente obligatorio. Esta es una reunificación familiar, no un tema político”. Y añadió con preocupación: “¿Hasta dónde van a llegar los extremos? ¿Van a impedir que una hija se reúna con su madre por haber marchado en una fecha oficial del país donde vive?”.
De acuerdo con la información divulgada por La Tijera, Sablón Méndez había sido militante de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), organización a la que renunció poco antes de iniciar su proceso migratorio. Aunque no hay confirmación oficial del motivo específico de la denegación, la relación entre su historial político previo y la negativa ha generado polémica.
Este caso pone de relieve un fenómeno creciente: el escrutinio ideológico a solicitantes cubanos durante los trámites migratorios. La línea cada vez más rígida aplicada en algunas entrevistas de visado está siendo cuestionada por sectores de la sociedad civil y familiares de los solicitantes, quienes denuncian un uso político de los procesos migratorios que debería centrarse en derechos humanos fundamentales, como la reunificación familiar.
La negativa a Yanieska no solo tiene implicaciones personales para ella y sus allegados, sino que plantea interrogantes sobre los criterios de selección que se están utilizando actualmente para autorizar o rechazar solicitudes desde Cuba. A la espera de declaraciones oficiales del Departamento de Estado, voces críticas señalan el riesgo de establecer precedentes que mezclen convicciones ideológicas, expresiones cívicas o actos institucionales con decisiones que afectan el núcleo familiar.
En este contexto, aumenta la preocupación entre solicitantes y familiares por lo que consideran un endurecimiento injustificado de los filtros migratorios, que en la práctica puede traducirse en separación prolongada de familias y una percepción de arbitrariedad en los procesos consulares.
