El activista cubano Lázaro Mireles, conocido por su incansable labor en defensa de los derechos humanos de su país desde el exilio, fue víctima de una violenta agresión en la ciudad de Madrid. El ataque, ocurrido en horas de la noche cuando regresaba a su domicilio, ha sido calificado por el propio Mireles como un intento de silenciar su activismo, en un contexto de creciente hostigamiento contra voces críticas del sistema político cubano fuera de la isla.
Según el testimonio del activista, un grupo de ocho personas lo esperaba en las inmediaciones de su vivienda. Armados con palos, los agresores lo golpearon mientras proferían insultos. Mireles logró repeler parte del ataque, pero resultó herido por la violencia del asalto. En una publicación posterior en la red social X (antes Twitter), aseguró que no le fue sustraído ningún objeto de valor, lo que refuerza la hipótesis de que se trató de un acto premeditado y motivado por razones políticas.
«Esto no fue un robo, fue una advertencia», escribió el activista, subrayando que los atacantes actuaron con la intención de intimidarlo por su labor de denuncia constante de las violaciones de derechos humanos en Cuba. Mireles, radicado en España desde hace años, se ha convertido en una de las voces más visibles del exilio cubano, organizando manifestaciones, publicando investigaciones y articulando redes de apoyo a perseguidos políticos.
El incidente ha generado consternación en círculos defensores de derechos humanos y activismo cívico en Europa. Diversas organizaciones han expresado su solidaridad con Mireles y han exigido una investigación exhaustiva por parte de las autoridades españolas. Aunque no hay pruebas directas que vinculen a los agresores con estructuras específicas, el propio Mireles sugirió que el ataque podría haber sido orquestado por personas vinculadas ideológicamente con el sistema político cubano, o al menos simpatizantes con sus intereses.
