Los Ángeles — En un emotivo testimonio recogido en la columna Media Hora con Teófilo, el periodista Esteban Fernández-Roig en la pagina de Facebook Nostalgia Cuba rememora un episodio singular protagonizado junto al reconocido boxeador cubano Teófilo Stevenson. El hecho tuvo lugar durante una exhibición de tecnología organizada por la empresa A.T.&T. en Century City, donde Fernández-Roig se encontraba trabajando en calidad de asistente bilingüe.
Según relata el autor, mientras desempeñaba sus funciones, fue informado por su supervisor de la llegada de un «campeón cubano» al recinto. Pronto, el lugar se llenó de expectación al recibir a un grupo de atletas vestidos con sudaderas rojas y camisetas con el nombre de Cuba. Stevenson, figura central del grupo, fue rápidamente rodeado por admiradores que solicitaban autógrafos.
Al ser presentado ante los deportistas por compartir la misma nacionalidad, Fernández-Roig tomó una decisión poco convencional: ofrecerle a Stevenson la posibilidad de solicitar asilo político en Estados Unidos. Con palabras respetuosas, le explicó que no se sentía dispuesto a asistirlo como traductor, dado que consideraba que representaba al gobierno cubano, y le indicó que, si deseaba cambiar su situación, disponía de un vehículo de la empresa para trasladarlo y apoyarlo en su trámite de refugio.
La respuesta de Stevenson fue cortés. Agradeció la oferta y, con una sonrisa breve, se retiró para continuar observando los avances tecnológicos presentados en la exposición, sin mostrar interés en abandonar su delegación.
Este episodio refleja uno de los tantos dilemas personales que afrontaban los atletas cubanos durante sus giras internacionales, en una época en la que muchos debían decidir entre permanecer ligados a su país o buscar nuevos horizontes en el exterior. A lo largo de su carrera, Stevenson —tres veces campeón olímpico— rechazó numerosas oportunidades para convertirse en boxeador profesional en el extranjero, expresando públicamente su decisión de seguir representando a Cuba en las competencias deportivas internacionales.
El relato de Esteban Fernández-Roig, más allá de su anécdota personal, ofrece una mirada íntima sobre los sentimientos encontrados que podían experimentar quienes, como Stevenson, eran figuras destacadas del deporte y símbolos de la identidad nacional en escenarios globales.