Granma, Cuba — Yordan, señalado como el autor del asesinato de su expareja Daimi Tamayo Milán, fue encontrado sin vida en horas de la mañana de este lunes en el municipio de Bartolomé Masó, en la provincia de Granma. El hallazgo se produce apenas dos días después de que la víctima, madre de una niña de 10 años, perdiera la vida en un acto de violencia que ha conmocionado a la comunidad local.
Según informes preliminares, tras perpetrar el crimen, Yordan emprendió la huida, evadiendo a las autoridades que habían desplegado un operativo de búsqueda en toda la región. Durante su breve período como prófugo, habría optado por quitarse la vida mediante envenenamiento, eludiendo así el proceso judicial que le habría correspondido enfrentar por el grave delito cometido.
La muerte de Daimi Tamayo Milán pone nuevamente de relieve la persistente problemática de la violencia de género en la sociedad cubana, donde casos de este tipo generan una profunda alarma social. Organizaciones defensoras de los derechos de la mujer han reiterado en numerosas ocasiones la necesidad de políticas públicas más efectivas para la protección de las víctimas y la prevención de estos actos.
El trágico desenlace también deja en situación de vulnerabilidad a la hija de la pareja, quien ahora queda huérfana de madre y marcada por una tragedia que tendrá repercusiones duraderas en su vida personal y emocional. En medios comunitarios, se han comenzado a gestar muestras de solidaridad hacia la menor y su familia, al tiempo que se reavivan los llamados a reforzar los mecanismos de prevención y atención en casos de violencia intrafamiliar.
Este episodio subraya la urgencia de fortalecer tanto la acción judicial como las redes de apoyo a las víctimas, para impedir que situaciones de riesgo desemboquen en tragedias irreparables. El caso de Daimi Tamayo Milán y su agresor, ahora también fallecido, se suma a una preocupante estadística que exige respuestas firmes y sostenidas por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto.
