MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) –
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han aumentado en los últimos días la presión policial sobre las redes criminales que usan narcolanchas en el Estrecho de Gibraltar desarrollando sendas operaciones policiales en Galicia y Portugal, lugares claves para la logística de estas embarcaciones de alta velocidad que cobraron notoriedad tras la muerte de dos guardias civiles embestidos en Barbate (Cádiz) el pasado 9 de febrero.
Las operaciones se centran en la nueva generación de los grandes clanes de la droga en el Estrecho, como es el caso de un conocido narcotraficante de la Línea de la Concepción (Cádiz) conocido como ‘El Bola’ que ha sido objeto de una investigación esta semana de la Policía Nacional y Guardia Civil hasta dar con su refugio en una lujosa mansión de Lisboa.
NARCOLANCHAS SIEMPRE EN EL AGUA
Fuentes policiales consultadas por Europa Press han destacado la relevancia de la operación porque la organización liderada presuntamente por ‘El Bola’ estaba considerada como la «mayor red de narcotransportistas en el Estrecho», apoyándose para ello en comunicaciones encriptadas y en conexiones con otros grupos para introducir hachís y cocaína en España.
«La organización disponía de una media de entre ocho y diez embarcaciones conocidas como narcolanchas, que se encontraban en todo momento en el agua con sus respectivas tripulaciones, así como de una nutrida red de pequeñas embarcaciones que utilizaba para facilitar víveres o gasolina», los conocidos como ‘petaqueros’, según informó el pasado martes el Ministerio del Interior.
Para desmantelar la red de ‘El Bola’ –con 31 detenidos, de los que doce estaban ya en prisión– fue clave la colaboración con Portugal, como ocurrió en otra operación la semana pasada de la Guardia Civil, en este caso centrada en los motores fueraborda que usan las narcolanchas. En ambos casos se actuó también contra la estructura financiera de blanqueo, con apoyo de la Agencia Tributaria.
GALLEGOS DETRÁS DE MOTORES FUERABORDA
El norte de Portugal y Galicia son desde hace tiempo objetivo policial al ser considerado ‘zona cero’ para la fabricación de muchas narcolanchas, según han recordado las citadas fuentes policiales a Europa Press. Este viernes, la Guardia Civil hizo balance de otra operación para desmantelar una organización gallega que suministraba motores fueraborda a los traficantes.
La organización, dedicada igualmente al blanqueo de capitales, operaba entre la provincia de Ourense y el norte de Portugal, desde donde suministraba los motores y lanchas a organizaciones del área del Estrecho que los utilizaban para el tráfico de drogas y el transporte ilegal de inmigrantes a la Península.
En este caso, fueron incautadas ocho embarcaciones, 25 motores de gran cilindrada, material náutico, radares GPS, antenas y diversa documentación, además de ordenadores, terminales móviles y 30.000 euros en efectivo.
En 2022, un operativo de la Guardia Civil junto a la Policía de Portugal constató ya esta problemática al desmantelar una organización asentada en el norte de Portugal y sur de Galicia que se dedicaba a la construcción de narcolanchas. Las fabricaban en una nave de un polígono en Vigo y, posteriormente, se empleaban para introducir grandes cantidades de hachís en aguas del Estrecho de Gibraltar.
La conexión con el hachís procedente de Marruecos quedó reflejado en otras tantas operaciones, como la que realizó la Guardia Civil en las islas Chafarinas al desmantelar en el verano de 2019 una importante plataforma de proyección de narcolanchas, constituyendo una «guardería marítima» utilizada para transportar grandes cantidades de hachís.
EMBARCACIONES INCAUTADAS DESDE 2018
Tras la tragedia de Barbate con dos guardias civiles asesinados, el Ministerio del Interior ha puesto en valor el Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar lanzado en 2018 y reeditado este año por cuarta vez, ya que deja datos como la incautación de más de 1.420 embarcaciones usadas por el ‘narco’.
Interior defiende que «se está ganando la batalla» frente a las organizaciones criminales, aunque reconocen que «incomodan» las narcolanchas que buscan refugio en las costas andaluzas tratando de escapar de la presión policial.
Una de las medidas en estudio trata de ir un paso más allá de la declaración como género prohibido de las narcolanchas para, ahora, actuar contra los ‘petaqueros’ que aportan la logística necesaria a este tipo de embarcaciones.
Las redes de narcotráfico buscan embarcaciones de mayor potencia para responder a la presión policial en la zona del Estrecho, lo que ha llevado a dispersar los alijos de droga a zonas de la costa andaluza y del Levante, incluyendo cada vez «con bastante más frecuencia» Cataluña e incluso Portugal.