La Habana, 17 de abril de 2024 – La comunidad artística cubana lamenta el fallecimiento de Ramona de Saá Bello, destacada maître de ballet, considerada una de las figuras más notables de la Pedagogía de la Danza en el mundo contemporáneo.
De Saá Bello, quien falleció en la madrugada de este martes a los 84 años, fue discípula de la legendaria Alicia Alonso y durante muchos años dirigió la Escuela Nacional de Ballet «Fernando Alonso».
Una trayectoria consagrada a la danza
Nacida en La Habana en 1939, Ramona de Saá Bello dedicó su vida a la danza, tanto en su faceta como bailarina como en la pedagógica.
Como bailarina, formó parte del Ballet Nacional de Cuba en sus inicios, convirtiéndose en una de sus principales figuras jóvenes. Su talento y dedicación la llevaron a alcanzar la categoría de solista.
Su huella en la enseñanza del ballet
Sin embargo, su mayor impacto en el mundo de la danza lo tuvo en el ámbito de la enseñanza. De Saá Bello fue una pionera en el desarrollo del sistema de enseñanza de la danza en Cuba, y su labor como maestra y metodóloga ha formado a generaciones de bailarines destacados.
Fundadora de la Escuela de Ballet de la Escuela Nacional de Arte y promotora de la Carrera de Arte Danzario del Instituto Superior de Arte, De Saá Bello dedicó su vida a transmitir su pasión por la danza y a formar a nuevas generaciones de artistas.
Reconocimientos y legado
A lo largo de su trayectoria, Ramona de Saá Bello recibió numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Danza (2006), el Premio Nacional de Enseñanza Artística (2002) y la Orden Félix Varela.
Su legado va más allá de lo artístico, pues De Saá Bello fue un ejemplo de entrega, fortaleza moral y ética, sencillez y altruismo. Su partida deja un vacío irreparable en el mundo de la danza cubana, pero su obra y su ejemplo seguirán inspirando a las nuevas generaciones.
Las cenizas de Ramona de Saá Bello serán cremadas, y en los próximos días se darán a conocer detalles sobre el homenaje póstumo que se le rendirá.