La crisis de abastecimiento en Cuba continúa afectando productos básicos, y el pan, uno de los alimentos esenciales en la dieta diaria, escasea en gran parte del país. Ante esta situación, panaderías estatales han comenzado a vender caldoza, té y viandas con mojo como “alternativas” para la población, según lo muestran imágenes de la televisión estatal cubana.
En un video difundido en la programación oficial, ciudadanos expresan resignación ante la falta de pan. “Yo vine a comprar caldoza para darle a mi esposo, que no ha desayunado porque no hay pan”, comenta una mujer entrevistada. Otro testimonio describe la iniciativa como positiva, destacando que al menos la caldoza tiene sabor y condimentos. Sin embargo, la situación refleja el nivel de precariedad en la oferta de alimentos en un país donde las panaderías son, en su mayoría, administradas por el Estado.
Los reportes indican que la Unidad Empresarial de Base Alinsang, responsable de la gestión de esta panadería, ha optado por ofrecer estos productos en función de la “disponibilidad de materias primas”. Según declaraciones oficiales, la escasez de harina ha llevado a la producción de pan con extensores, y el ahorro generado permite que se preparen otras alternativas alimenticias, como la caldoza y el té.
En un contexto donde la población enfrenta dificultades diarias para acceder a productos básicos, la sustitución del pan por caldoza en una panadería estatal es un reflejo del deterioro del sistema de distribución de alimentos en Cuba. Mientras las autoridades insisten en la necesidad de diversificar la oferta, muchos ciudadanos se preguntan hasta qué punto la escasez de un producto tan esencial se ha normalizado en la isla, después de más de seis décadas de un modelo económico estatalizado.