En respuesta a continuas quejas de la población sobre la escasez de ofertas y precios excesivamente altos, inspectores en Santa Clara han llevado a cabo una serie de intervenciones en diversas ferias agropecuarias de la ciudad. Estas acciones se han centrado en combatir ilegalidades como la alteración de precios y la desinformación al consumidor, subrayando un problema más profundo de falta de productividad que afecta directamente la estabilidad de los precios.
Durante las inspecciones, realizadas bajo el amparo del Decreto ley 45 y el Decreto 30 de 2021, se han detectado múltiples violaciones en puntos de venta como la Feria en la calle J y la Feria Pista Vigía. Los inspectores han impuesto sanciones a comerciantes por prácticas que incluyen la venta de productos a precios inflados y la falta de transparencia en la comercialización de productos básicos como boniatos, guayabas y calabazas.
Uno de los hallazgos más alarmantes fue en la Feria área José Martí, donde se descubrió que productos como la piña se vendían en cantidades menores a las declaradas, perjudicando directamente a los consumidores. Además, se llevó a cabo la confiscación y venta forzosa de productos almacenados indebidamente, como medidas correctivas para mitigar la retención de mercancía que agrava la ya limitada oferta de productos.
La falta de productividad agrícola ha sido un factor crucial detrás de estos problemas, limitando la capacidad de los mercados para ofrecer precios razonables y suficientes productos a los consumidores. Esta situación ha llevado a un descontento generalizado entre la población, que sufre las consecuencias de precios prohibitivos y una oferta insuficiente que no logra satisfacer la demanda local.