El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se unirá el próximo lunes a la reunión informal convocada en París por el mandatario francés, Emmanuel Macron, con el objetivo de abordar la evolución del conflicto en Ucrania y las implicaciones para la seguridad en Europa.
El encuentro reunirá a líderes de la Unión Europea, la OTAN y otros jefes de Estado y de Gobierno, en un momento en que la guerra en Ucrania entra en una fase crítica y la postura de Estados Unidos respecto al conflicto genera incertidumbre entre los aliados europeos. La cita en la capital francesa se produce tras la reciente Conferencia de Seguridad de Múnich, donde la política exterior de Washington y su relación con Rusia marcaron gran parte del debate.
Un foro clave en medio de tensiones internacionales
Según fuentes comunitarias, la reunión, que dará inicio en la tarde del lunes, contará con la presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Además de Sánchez, asistirán el canciller alemán, Olaf Scholz; el primer ministro británico, Keir Starmer; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el primer ministro polaco, Donald Tusk; el primer ministro neerlandés, Dick Schoof, y la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.
El objetivo del encuentro, según fuentes diplomáticas, es abrir una nueva fase de consultas entre líderes europeos sobre la situación en Ucrania y las estrategias de seguridad regional. Macron busca generar consenso entre los países aliados para fortalecer la respuesta de la UE frente a los desafíos planteados por la guerra y la incertidumbre geopolítica.
Europa frente a la incertidumbre estadounidense
El ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, ya había adelantado la celebración de esta reunión, que surge como un espacio de discusión tras los primeros contactos entre líderes europeos y la administración estadounidense en la Conferencia de Seguridad de Múnich. Uno de los temas clave ha sido el posible impacto de un nuevo acercamiento entre Donald Trump y Vladimir Putin, lo que ha encendido las alarmas en el bloque comunitario.
En Múnich, quedó de manifiesto la inquietud de varios países europeos respecto al nivel de compromiso de Washington con la seguridad continental y la asistencia militar a Ucrania, especialmente ante la posibilidad de cambios en la política exterior de EE.UU. si Trump regresa a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre.
La reunión de París se enmarca en este contexto de incertidumbre y busca reforzar la coordinación entre los aliados europeos. Si bien se espera que la discusión no conduzca a decisiones inmediatas, servirá como un espacio clave para perfilar estrategias comunes y evitar divisiones internas dentro de la UE y la OTAN en un momento crítico para el futuro de Ucrania y la estabilidad en la región.