La aerolínea Ryanair ha comenzado a retirar aviones de sus bases en Santiago de Compostela, Sevilla y Valencia, lo que podría anticipar un posible cierre de operaciones en estas ciudades, según fuentes de la compañía. La medida afectará a aproximadamente 90 empleados, quienes deberán reubicarse dentro o fuera de España.
La retirada de aeronaves forma parte de una estrategia de la compañía irlandesa para presionar a Aena en busca de una reducción en las tasas aeroportuarias, que han permanecido congeladas en España durante años. Como parte de este ajuste, Santiago perderá uno de sus tres aviones, Sevilla reducirá su flota de seis a cinco aeronaves y Valencia pasará de ocho a siete.
Cada avión que se retira conlleva el traslado de 15 comandantes, 15 copilotos y 60 tripulantes de cabina. Esto significa que, por cada aeronave eliminada, cinco comandantes, cinco copilotos y 20 tripulantes deben ser reubicados.
Aunque algunas bases de la aerolínea en España, como Madrid y Málaga, seguirán operando sin cambios debido a su importancia estratégica, Ryanair podría reducir su presencia en otras localidades. Paralelamente, la compañía ha expandido sus operaciones en Marruecos, donde ha encontrado condiciones favorables para su crecimiento en el sector aéreo.
El enfrentamiento entre Ryanair y Aena por las tasas aeroportuarias no es nuevo. Aena ha defendido su tarifa de 10,35 euros por pasajero, argumentando que es la más baja de Europa y que la aerolínea irlandesa ha aumentado su actividad en España a pesar de mantener dicha tarifa. Además, el gestor aeroportuario ha recordado que existen incentivos comerciales que permiten reducir las tasas hasta casi dos euros por pasajero.
Aena ha calificado la postura de Ryanair como una estrategia para presionar a las instituciones y ha señalado que la demanda de reducción de tasas podría entrar en conflicto con la legislación vigente. Hasta el momento, no se han anunciado cambios en las negociaciones entre ambas partes.