Calle animada con edificios coloridos y personas

Detectan bacterias fecales en el agua potable EN MATANZAS

La contaminación del suministro de agua en Matanzas ha desatado una crisis sanitaria de alto riesgo. La Dirección Provincial de Higiene y Epidemiología confirmó la presencia de bacterias fecales en la cuenca Bello, una de las principales fuentes de abastecimiento en la provincia. El origen del problema se encuentra en un derrame de cachaza proveniente del central azucarero Boris Luis Santa Coloma, en Mayabeque, cuyo impacto ha alcanzado las redes de distribución de varias localidades matanceras.

Ante esta situación, las autoridades han instado a la población a hervir el agua antes de su consumo. Sin embargo, en un país donde la crisis energética impone cortes de electricidad prolongados, el gas licuado escasea y el carbón resulta inaccesible para muchas familias, la recomendación se torna impracticable. Para muchos ciudadanos, la incertidumbre sobre cómo garantizar el acceso a agua potable segura ha convertido esta crisis en una amenaza directa a la salud pública.

El alcance del problema y los peligros sanitarios

Los sectores afectados incluyen barrios clave como El Naranjal, Matanzas Este y Oeste, y el Reparto Versalles. Estudios previos ya habían señalado la conexión subterránea entre el ingenio azucarero y la cuenca Bello, lo que ha derivado en episodios de contaminación similares en el pasado. Sin embargo, el derrame reciente parece haber superado la capacidad natural de filtración del ecosistema, elevando los riesgos de enfermedades de origen hídrico.

Las bacterias coliformes detectadas pueden causar infecciones intestinales severas, diarrea, fiebre y malestar general, síntomas que podrían agravarse en un contexto de escasez de medicamentos. “Si además de bacterias coliformes existen otras patógenas, podríamos ver un incremento de enfermedades gastrointestinales en los próximos días”, advirtió el doctor Andrés Lamas, director de Higiene y Epidemiología en Matanzas.

Medidas gubernamentales y dudas sobre su efectividad

En respuesta a la crisis, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y la Dirección de Higiene han implementado un monitoreo constante del agua para evaluar la evolución de la contaminación. Como medida preventiva, se ha reducido el horario de bombeo en las zonas afectadas, priorizando el suministro a hospitales y centros de salud.

El delegado de Recursos Hidráulicos en Matanzas, Antonio Hernández Martínez, aseguró que se han movilizado camiones cisterna para distribuir agua potable a la población. Sin embargo, los residentes denuncian que esta distribución es insuficiente y que muchos hogares aún no han recibido el suministro prometido. “Se habla de carros cisterna, pero, ¿dónde están? Aquí no ha llegado nada”, cuestionó Hernán Costa, un residente afectado.

Indignación y desesperación entre la población

El anuncio de la contaminación y las recomendaciones de hervir el agua han generado una ola de reacciones en redes sociales. La principal preocupación radica en la falta de condiciones para potabilizar el agua en los hogares. “Dios nos ampare, ¿cómo las personas afectadas van a hervir el agua si no hay corriente, no hay gas y el carbón está caro?”, expresó George Delgado Pirez, reflejando el sentir de muchos ciudadanos.

Otros matanceros han manifestado su desconfianza en la capacidad del gobierno para manejar la crisis. “Si esto ya pasó antes, ¿por qué no se tomaron medidas para evitar que volviera a ocurrir?”, cuestionó Esther Thondike, quien también alertó sobre el impacto desigual de la crisis, afectando con mayor severidad a las familias de bajos recursos.

El temor a un colapso sanitario también está presente en los comentarios de la ciudadanía. “No hay reactivos para detectar infecciones ni antibióticos para tratarlas”, denunció Oda Cruz, exponiendo la fragilidad del sistema de salud ante un posible brote de enfermedades gastrointestinales.

Un problema recurrente sin soluciones a largo plazo

Este no es el primer incidente de contaminación hídrica en Matanzas, lo que evidencia la necesidad de soluciones estructurales para garantizar un acceso seguro al agua potable. Mientras la población enfrenta la crisis con incertidumbre y desesperación, el gobierno se encuentra bajo presión para ofrecer respuestas concretas y evitar que la situación se convierta en un problema de salud pública de mayor magnitud.

Por ahora, la recomendación de hervir el agua sigue en pie, pero para miles de matanceros, el verdadero reto es encontrar los medios para hacerlo.

Autor