Washington, D.C. – La administración del presidente Donald Trump ha anunciado nuevas sanciones dirigidas a limitar las relaciones comerciales con empresas y entidades cubanas vinculadas a sectores estratégicos. El secretario de Estado, Marco Rubio, informó sobre la actualización de la Lista Restringida de Cuba, una medida que prohíbe transacciones con compañías asociadas a las fuerzas militares y de seguridad del país caribeño.
En esta nueva edición, se ha añadido a la empresa Orbit, S.A., encargada del procesamiento de remesas hacia la isla, bajo el argumento de que opera en beneficio de instituciones militares cubanas. La acción busca reducir el acceso del gobierno cubano a divisas extranjeras, intensificando las restricciones económicas impuestas por Washington.
Cuba se mantiene en la lista de patrocinadores del terrorismo
El Departamento de Estado también confirmó que Cuba seguirá en la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo (SST), citando su historial de vínculos con grupos y personas relacionadas con actividades terroristas internacionales. Desde La Habana, las autoridades han rechazado en múltiples ocasiones estas acusaciones, señalando que carecen de fundamento.
“La política de Estados Unidos busca fortalecer la seguridad nacional y apoyar al pueblo cubano en sus aspiraciones de mayor libertad y prosperidad”, expresó Rubio en un comunicado oficial.
Reactivación del Título III de la Ley Helms-Burton
Otra de las medidas destacadas es la reactivación del Título III de la Ley Helms-Burton, que permite a ciudadanos estadounidenses presentar demandas en tribunales de EE.UU. contra empresas que operen en propiedades confiscadas tras la Revolución de 1959. Esta cláusula había sido suspendida por administraciones anteriores para evitar conflictos con inversionistas extranjeros, pero con su restablecimiento, se incrementa la presión sobre quienes mantienen negocios en la isla.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha impulsado un cambio en la política hacia Cuba, revirtiendo varias iniciativas de acercamiento aplicadas en años recientes. El objetivo declarado por Washington es aumentar la presión económica y política para fomentar reformas en el país.
Diálogo con la sociedad civil y respuesta de Cuba
El Departamento de Estado también informó que la Embajada de EE.UU. en La Habana mantiene contacto con familiares de presos políticos y miembros de la sociedad civil, con el propósito de reafirmar su apoyo a los derechos humanos y la democracia en la isla.
Las autoridades cubanas han calificado estas sanciones como una medida hostil, asegurando que afectan directamente a la economía y al bienestar de la población. También han señalado que las restricciones a las remesas perjudican a miles de familias que dependen de estos envíos desde el extranjero.
Las nuevas sanciones marcan una escalada en la relación bilateral, alejando aún más la posibilidad de un acercamiento entre ambos países en el corto plazo. Con un contexto regional cambiante y desafíos económicos internos, Cuba enfrenta un panorama cada vez más complejo en sus relaciones con Estados Unidos.