Miles de palestinos han comenzado a regresar al norte de la Franja de Gaza, en un nuevo paso hacia la implementación del alto el fuego pactado entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás). La tregua, que entró en vigor el 19 de enero, ha permitido la repatriación de desplazados tras más de 15 meses de ofensiva israelí en respuesta a los ataques del 7 de octubre de 2023.
El retorno de los desplazados, sin embargo, se lleva a cabo bajo estrictas condiciones impuestas por el Ejército israelí, que ha delimitado rutas específicas para el tránsito de personas y vehículos, al tiempo que advierte sobre posibles violaciones del acuerdo si se detecta el transporte de combatientes o armamento en las caravanas de regreso.
Regreso bajo estrictas condiciones
La autorización para el retorno de los desplazados fue confirmada por el portavoz en árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Avichai Adrai, quien detalló que la población podrá movilizarse a pie a través del corredor de Netzarim y la calle Al Rashid desde las 7:00 de la mañana (hora local). A partir de las 9:00, los vehículos podrán circular por la calle Saladino, pero deberán pasar por inspecciones militares antes de ingresar al norte de Gaza.
Adrai enfatizó que cualquier intento de trasladar combatientes o armamento por estas rutas será considerado una violación del alto el fuego, instando a la población a no cooperar con «organizaciones terroristas» que busquen aprovechar el proceso para rearmarse o reorganizarse.
En paralelo, el Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo administración de Hamás, ha desplegado equipos médicos y ambulancias en las rutas de retorno para brindar asistencia a los ciudadanos que lo requieran.
Hamás califica el regreso de los desplazados como una «victoria»
Desde su sede en Gaza, Hamás ha calificado el retorno de los desplazados como «una victoria para el pueblo palestino», asegurando que la medida representa un fracaso de los planes israelíes de desplazamiento forzado.
«Las imágenes de familias regresando a sus hogares, incluso cuando han quedado reducidos a escombros, reflejan la firmeza de nuestro pueblo y su compromiso inquebrantable con su tierra», afirmó el grupo en un comunicado.
El portavoz de Hamás, Abdulatif al Qanu, destacó que la vuelta de los desplazados «demuestra el fracaso de Israel en su intento de expulsar a la población y borrar la identidad palestina en Gaza».
Las tensiones políticas y la postura de Israel
A pesar del alto el fuego, dentro del gobierno israelí existen divisiones respecto al regreso de los desplazados palestinos. El ministro de Defensa, Israel Katz, ha prometido aplicar el acuerdo de manera «estricta y sin concesiones», advirtiendo que cualquier violación será respondida con medidas severas.
Sin embargo, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ha criticado duramente la medida, calificándola como «una humillación» y argumentando que el regreso masivo de palestinos al norte de Gaza es una derrota para Israel. «Nuestros soldados no arriesgaron sus vidas para permitir que estas imágenes se hicieran realidad. Debemos retomar la ofensiva y erradicar la amenaza por completo», declaró en su cuenta de X (antes Twitter).
El papel de Estados Unidos y la propuesta de Trump
En el contexto de este frágil alto el fuego, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sugerido en recientes declaraciones que Egipto y Jordania deberían acoger a 1,5 millones de palestinos desplazados hasta que la reconstrucción de Gaza sea viable. Sin embargo, ambas naciones han rechazado de manera categórica la propuesta, reafirmando su negativa a aceptar un éxodo masivo de refugiados palestinos dentro de sus territorios.
¿Un alto el fuego sostenible o una pausa temporal?
Si bien el regreso de los desplazados marca un punto de inflexión en la crisis humanitaria de Gaza, la situación sigue siendo altamente inestable. Israel mantiene sus reservas sobre el futuro de la tregua y Hamás, por su parte, ha advertido que no aceptará un cese al fuego permanente sin una solución política integral que garantice los derechos del pueblo palestino.
El regreso de los desplazados es un paso significativo, pero no representa el fin de las hostilidades. Con los principales actores aún en desacuerdo sobre el futuro del enclave y la persistencia de tensiones políticas y militares, la estabilidad en la región sigue siendo incierta.