Las Fuerzas Armadas de Venezuela reafirmaron este miércoles su lealtad al presidente Nicolás Maduro durante una ceremonia oficial celebrada en Caracas, tras su controvertida toma de posesión en la sede de la Asamblea Nacional. Según reporta Europa Press, este acto se produce en medio de las denuncias de fraude electoral presentadas por la oposición, que reclama haber ganado las elecciones del 28 de julio de 2024.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, encabezó la ceremonia, destacando los principios fundamentales que rigen a la institución militar. «Concurrimos a este acto de reconocimiento, reafirmación de lealtad y juramento que exalta las bases fundamentales en que descansa la organización militar, como son la disciplina, la obediencia y la subordinación», afirmó Padrino durante su intervención.
Además, el ministro reiteró el compromiso de las Fuerzas Armadas con los ideales de Simón Bolívar y con la defensa de la soberanía nacional. En su discurso, subrayó el carácter «popular, anticolonialista, antioligárquico y antiimperialista» de la institución castrense, al tiempo que aseguró que la nación será defendida «en perfecta fusión popular-militar-policial contra cualquier amenaza».
Un Controvertido Contexto Electoral
El juramento de lealtad de las Fuerzas Armadas ocurre en un clima político tenso, donde la oposición venezolana ha denunciado irregularidades en los comicios presidenciales. A pesar de que el Consejo Nacional Electoral declaró a Maduro como ganador, líderes opositores continúan exigiendo el reconocimiento de los resultados que, aseguran, les dieron la victoria.
En la ceremonia, celebrada en el Patio de Honor de las Academias del Ejército, las tropas presentaron armas mientras entonaban el himno nacional de Venezuela. También estuvieron presentes altos mandos militares, incluido el comandante del Mando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Domingo Antonio Hernández.
Implicaciones Nacionales e Internacionales
La postura de las Fuerzas Armadas es vista como un pilar fundamental para la estabilidad del gobierno de Maduro, que enfrenta no solo desafíos internos, sino también la condena de numerosos países que consideran su mandato ilegítimo. El respaldo militar ha sido clave para mantener la continuidad del régimen en un contexto de sanciones internacionales y creciente presión diplomática.
Mientras tanto, sectores de la oposición han cuestionado el papel de las Fuerzas Armadas en la crisis política venezolana, instando a la institución a actuar como garante de los principios democráticos en lugar de sostener lo que califican como un régimen autoritario.
El futuro político de Venezuela sigue siendo incierto, marcado por la división interna y la falta de consenso entre los principales actores. La lealtad expresada por las Fuerzas Armadas a Nicolás Maduro refuerza la percepción de su control sobre las instituciones clave del país, mientras persisten los cuestionamientos sobre la legitimidad de su mandato.