El esgrimista cubano Carlos Alberto Pedroso, destacado por sus logros a nivel olímpico y mundial, falleció el pasado 25 de diciembre en la ciudad de Cienfuegos a los 57 años, como consecuencia de un accidente doméstico que le provocó graves quemaduras. La noticia fue confirmada por el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), que expresó sus condolencias a familiares y amigos del deportista.
Según detalló el periodista Raúl Rodríguez en su perfil de Facebook, las lesiones sufridas por Pedroso en el accidente desencadenaron su fallecimiento. La pérdida del esgrimista ha generado múltiples mensajes de pesar por parte de sus compañeros de selección, amigos y conocidos.
El esgrimista Adrián MB Cabrera escribió: “Noticia desgarradora para tu hija, tu familia y todos los que te conocimos. La esgrima cubana está de luto”. Por su parte, Iván Goitizolo, también practicante del deporte, recordó: “Te fuiste, hermano mío. La esgrima cubana pierde a uno de sus grandes. Descansa en paz”.
Carlos Alberto Pedroso fue una figura clave para la esgrima en Cuba, integrando el equipo que obtuvo la última medalla olímpica para el país en esta disciplina. En los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, junto a Nelson Loyola, Cándido Maya e Iván Trejo, logró la medalla de bronce en el torneo de espada por equipos.
Desde joven, Pedroso demostró su talento en la esgrima, proclamándose subcampeón mundial juvenil en 1987 en Sao Paulo y obteniendo el oro en los Juegos Panamericanos de Indianápolis ese mismo año. Dos años más tarde, alcanzó el primer lugar en el campeonato mundial universitario en Alemania.
En competencias mundiales, brilló con cuatro podios en la modalidad de espada por equipos: oro en Ciudad del Cabo 1997 y bronces en Denver 1989, La Chaux-de-Fonds 1998 y Seúl 1999.
La partida de Pedroso deja un vacío en el deporte cubano, especialmente en la esgrima, donde su trayectoria y profesionalismo lo convirtieron en una figura admirada y respetada.